Entender el problema catalán.
Entender el problema catalán es difícil y quizás más aún el poderlo explicar. He vivido y trabajado en siete autonomías españolas, me gusta reírme de mi mismo y decir en tono sarcástico que soy tal malo que me han ido echando de cada una de ellas. Soy catalán de nacimiento, de primera generación, hijo de emigrantes aragoneses. Mi idioma materno fue el castellano, el que hablaban mis padres. El sistema educativo en aquellos años, funcionaba en un entorno castellanohablante, yo no conocí el modelo de inmersión lingüística en la escuela, aprendí tarde el catalán y siempre me consideré bilingüe. Como hijo de emigrantes, compartí una cultura diferente a la catalana: en mi casa, en las vacaciones en el pueblo de origen, en los recuerdos y en las anécdotas de mis padres. Ellos nunca dejaron durante casi 50 años de ser aragoneses, pero se sentían catalanes social, cultural y también políticamente. Se volvieron catalanes…