La crisis es cosa de pobres.
Desde que se inició la crisis, con la quiebra de Lehman Brothers, la crisis es cosa de pobres y ha beneficiado solo a los ricos. La pobreza es un problema de derechos humanos. El problema no es acabar con los ricos, sino acabar con los pobres. Acabar con las grandes diferencias, que no existan ni los demasiado ricos ni los extremadamente pobres, que sea una sociedad más justa, más igualitaria, compuesta en su conjunto por esa llamada "clase media". Pero, resulta que en esta crisis ha desaparecido en su mayoría la clase media para convertirse en trabajadores pobres y la desigualdad cada vez es mayor entre ricos y pobres. En el informe "Iguales: Acabemos con la desigualdad extrema. Es hora de cambiar las reglas", que publica este jueves Oxfam Intermón, publica datos sobre el aumento de la desigualdad en todo el mundo: "Desde que se inició la crisis en 2008, el número…