Parar la economía como solución.

Hace solo cinco días, el gobierno intentaba convencernos de no parar la economía española, en contra de la opinión de la oposición. Ahora, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, en un mensaje institucional anuncia que mañana en un Consejo de Ministros extraordinario, se aprobará el cese de actividades no esenciales, lo cual significa que dichos trabajadores se tendrán quedar en su casa, del lunes 30 hasta el jueves 9 de abril, teniendo un permiso recuperable y retribuido. De nuevo, los acontecimientos van detrás de las decisiones políticas. 

La decisión de Pedro Sánchez, quizás ha tardado, pero la única solución que le quedaba, después de comunicar este mediodía que se había registrado 832 fallecimientos, la cifra más alta de fallecimientos en un solo día desde que comenzara esta crisis. Es una parálisis de la economía no esencial y por tanto una reducción de personas en la calle, como forma de detener la expansión del coronavirus. Porque, las cifras totales se elevan a  5.960 fallecidos y 72.248 contagiados. Sin olvidarnos de Italia con 10.023 víctimas mortales y 70.065 personas contagiadas. El confinamiento casi total de los españoles y españolas en la Semana Santa, es el último cartucho que nos queda para que remita la expansión del Covid-19.

Y, que conste que digo que remita, que se estabilice, que baje la expansión del coronavirus, porque a los virus no se les vence. Aún teniendo vacunas, antivirales y adoptando los comportamientos adecuados, siempre estamos expuestos a que la cepa de los virus cambie y  podamos quedar infectados. Porque los medicamentos son menos efectivos con los virus que con las bacterias. Tenemos el ejemplo del VIH, que después de muchos años aún ha sido imposible desarrollar una vacuna efectiva, teniendo como única solución los antivirales para prolongar la vida de los enfermos.

Los virus no atacan a todos de igual manera, dependiendo de patologías y edades, el sistema inmunológico de las personas se encarga de los virus, generando una inmunidad, haciéndonos resistentes en un contagio futuro. Los científicos buscan formas de «engañar’ a nuestros sistemas inmunológicos para que reconozcan los virus, y que podamos desarrollar una resistencia efectiva. Mientras tanto, solo nos queda esperar y confiar en el confinamiento casi total de la gente en sus casas para intentar parar este virus. ¡Suerte a todos y todas! 

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