No odio la Navidad, simplemente no me gusta.
Ni puedo ni quiero ni sé odiar a nada, ni a nadie. No odio la Navidad, simplemente no me gusta. No entiendo la Navidad, como tiempo de regalos, tanto para regalar, como para recibir. Unas fechas de postureo, falsedad e hipocresía. Una Navidad marcada por el bienestar material y el consumismo. En Navidad, los cristianos celebran el nacimiento del Hijo de Dios en Belén. El Hijo de Dios nació en la pobreza absoluta, podría haber escogido otro lugar para nacer, pero no: Jesús nació pobre en un pesebre y resulta que la Navidad es la fecha de más consumismo, que invita a tener más y no a ser más, camuflado de reuniones familiares, felicitaciones y regalos. El Jesucristo de los cristianos vino al mundo a vivir una vida sencilla y a compartir con los necesitados, muy diferente de lo que se vive en los hogares durante la Navidad. Repito no odio la…