Galicia conservadora, depende.

Galicia conservadora, depende sería la respuesta gallega. El Partido Popular ha ganado este domingo 18-F las elecciones al Parlamento de Galicia y ha alcanzado una nueva mayoría absoluta. Los populares logran su quinta mayoría absoluta consecutiva en las primeras elecciones sin Feijóo y que permitirá a Alfonso Rueda seguir al frente de la Xunta de Galicia hasta 2028. 19 años de gobierno popular en Galicia, nos podría decir que Galicia es conservadora, aunque depende, como diría un gallego con su acento y su capacidad para la retranca. Una tierra compleja y al mismo tiempo sencilla, una Galicia rural con colinas boscosas, pequeñas granjas y valles verdes, con rocas de granito, muros de piedra y niebla espesa. Otra Galicia con combinaciones infinitas gracias a su increíble topografía y clima: playas, acantilados, tormentas y marineros. Y, la otra Galicia la de las ciudades, las fábricas, la emigración.

A pesar de que el resultado ha sido peor para el PP que hace cuatro años, han conseguido la mayoría absoluta con 40 escaños. Aunque, las encuestas de los últimos días vaticinaban unos resultados más ajustados y ponían en duda la mayoría absoluta, finalmente han conseguido revalidar la Xunta de Galicia. El BNG ha logrado el mejor resultado de su historia, consiguiendo 25 diputados que coloca a Ana Pontón como líder de la oposición. El descalabro del PSOE de José Ramón Gómez Besteiro, que pierde cuatro escaños con respecto a 2020 y sigue siendo tercera fuerza con nueve diputados. Y, se han quedado fuera del Parlamento gallego: Sumar, Vox y Podemos. Las izquierdas han fracasado en su intento de conquistar la Xunta y el triunfo de los populares amansa las aguas, deja de cuestionar el liderazgo de Feijóo tras el fracaso de su investidura y confirma seguir atacando la amnistía, porque el PP está convencido de que el resultado de Galicia, hay que verlo en clave nacional. Y, que sus enemigos son el «sanchismo» y los nacionalismos.

Galicia conservadora, depende. Conservadora ante una izquierda dividida, más por rencillas personales que por razones ideológicas. Conservadora, pero que ha dejado a Vox fuera del Parlamento gallego. Donde el Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha sido la eclosión del nacionalismo gallego, que puede llegar incluso, a influir en la gobernación de España, que el PP ha querido relacionar con el terrorismo de ETA. Los nacionalistas gallegos defienden la lengua y la cultura gallegas, frente a un PP, que aunque hable en gallego, aboga por el abandono, la despreocupación e incluso el rechazo del gallego a favor del castellano, en la administración, en la educación y la comunicación. El Bloque Nacionalista Galego de Ana Pontón, tiene ideología de izquierdas, aunque su tronco es nacionalista, están convencidos de que: «Pesoe, pepé, a mesma merda é» (PP, PSOE, la misma mierda son) y pueden ser la alternativa de futuro para Galiza, aunque necesitaran un PSOE con más votos, para formar un gobierno de coalición. De momento, habrá que esperar a que los gallegos y gallegas dejen ser conservadores o sencillamente confíen en un bloque progresista para cambiar el gobierno de la Xunta. Como dicen los gallegos: «eu non creo nas meigas mais habelas, hainas» (yo no creo en las brujas pero haberlas, las hay), pero lo que está claro es que el PSOE y Sumar deben de hacer una detallada reflexión, si quieren conseguir el voto de los gallegos y gallegas.

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  1. Andrés Marco Lou

    Los socialistas se están devorando mutuamente por sus peleas internas, sin saber reaccionar, pensando en ser terceros en unas elecciones gallegas. El PSOE no puede presentarse a una campaña pensando que el BNG pueda ganar unas elecciones o sea la oposición del PP. Frente a los grandes problemas que sacuden el PSOE, como la amnistía, los nacionalistas han hecho su campaña y han conseguido más votos. Es el PSOE el que ha perdido votos. La izquierda ha perdido y eso hay que reconocerlo.

    Mientras Sumar, debe reflexionar cuál es su objetivo, porque no lo tiene claro, se equivocó en las elecciones andaluzas y se ha vuelto a equivocar en las elecciones gallegas. Más aún, cuando Yolanda Díaz es gallega. Entre todos han despejado el camino del PP hacia al Gobierno, aún a pesar del posicionamiento recientemente de Feijóo a favor de indultar a Carles Puigdemont si éste rinde cuentas ante la Justicia, cumple la condena y renuncia al referéndum y a la independencia por la vía unilateral.

    Cuando los socialistas tengan la capacidad de convencer al electorado gallego y nacional, que podrían gobernar ellos mismos en solitario, será el momento en que quizás el PP no consiga una nueva mayoría absoluta. Cuando todos los partidos progresistas se unan y se dejen de tonterías, a lo mejor cambia todo en España. Porque no es que exista una España y una Galicia moderada, es que la izquierda es incapaz de hacer votar, ni a los suyos.

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