Las instituciones garantizan el sostenimiento de la democracia. Son un garante del buen funcionamiento democrático, son las reglas del juego en una sociedad y deben ser un enlace entre la ciudadanía y la democracia. De hecho las instituciones emanan de la voluntad del pueblo, forman parte de la representación de los intereses de la gente y debería servir para dar respuestas a sus demandas. Todas las instituciones deben tener en cuenta cuales son sus objetivos, para qué fueron creadas, cuales van a ser los mecanismos para su funcionamiento y que le permita adaptarse a los cambios dentro de la sociedad. Porque «pasan los hombres, pero las instituciones perduran» y se deben adaptar a los cambios. La existencia de un entorno de instituciones, es lo que permite reducir la incertidumbre en las decisiones del Estado.
La democracia implica el traslado del poder de un conjunto de actores a un conjunto de normas. Ninguna fuerza debe controlar de manera absoluta al Estado, por eso es necesario un conjunto de reglas democráticas que garantice la separación entre Estado y gobierno. Debiendo existir una rotación dentro de las mismas, y no generar un poder y control monopólico dentro de las mismas. Las instituciones aunque deben tener un grado de independencia, c0n el más alto grado de especialización, debe estar limitado temporalmente por sus componentes. Es necesario que exista un consenso de las fuerzas políticas, que son en definitiva los escogidos por el pueblo. Los cambios de gobierno, no deberían afectar al funcionamiento de las instituciones, porque las instituciones tienen que saber perdurar en el tiempo y conseguir la aprobación de la ciudadanía.
En España estuvieron prohibidos los partidos políticos casi cuarenta años durante la dictadura franquista. Con la transición, regresó la democracia, los españoles pudieron elegir a sus representantes políticos y redactar la Constitución. En apenas tres años después de la muerte de Franco se habían desmantelado las instituciones franquistas y se crearon nuevas instituciones libres y democráticas que han consolidado nuestra democracia desde entonces. Las principales instituciones del Estado son: el Parlamento con sus dos Cámaras: el Congreso y el Senado, el Gobierno, el Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo.
Una institución importante es el Consejo del Poder Judicial (CGPJ) es el órgano encargado de garantizar la independencia de los jueces en el ejercicio de sus funciones, así como gestionar la administración de Justicia como tal. Es el encargado de publicar y custodiar las sentencias, de aplicar las normas disciplinarias a los jueces y de los nombramientos de los altos puestos judiciales. Este órgano debe renovarse cada cinco años, pero el Partido Popular no cumpliendo la Constitución bloquea los órganos constitucionales, manteniendo el CGPJ caducado desde 2018, al igual que mantiene bloqueada la renovación el TC.
El Partido Popular quiere proteger las instituciones del Gobierno de Pedro Sánchez, porque no le gusta el Gobierno elegido democráticamente. Una decisión estratégica de la derecha, comenzada por Pablo Casado y continuada por Feijóo. Queriendo mantener en las Instituciones un poder que no les ha otorgado las urnas en las últimas elecciones generales. Una manera de poner las instituciones en peligro y a su vez a la democracia, negándose a renovar el Consejo del Poder Judicial, con una lista de excusas cambiantes: desde modificar el sistema de elección de los jueces, que no participara en la negociación Podemos, el veto a algunos candidatos propuestos por del Ejecutivo o la reforma del Código Penal. Feijóo solo piensa en las elecciones de 2023 y que con su triunfo mantenga su poder en las instituciones.