Guerra política sucia.

La derecha más reaccionaria pretende con una guerra política sucia basada en bulos y noticias falsas, cargarse a Pedro Sánchez. Tras la noticia de que un juzgado de Madrid ha incoado diligencias de investigación contra Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, por presuntamente recibir comisiones por tráfico de influencias y corrupción. Tras la denuncia del colectivo Manos Limpias, basado en informaciones de medios de comunicación. Al ser admitidas las diligencias en el juzgado madrileño se trata de un asunto jurisdiccional y ahora solo queda esperar la labor independiente de la Justicia. «En un día como hoy, y después de las noticias que he conocido, a pesar de todo, sigo creyendo en la justicia de mi país». De esta manera se ha pronunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez durante la sesión de control celebrada hoy por la mañana en el Congreso de los Diputados.

El presidente del Gobierno, ha publicado esta tarde una carta a la ciudadanía en la que se pregunta si merece la pena seguir siendo líder del Ejecutivo. Pedro Sánchez ha anunciado que va a «reflexionar» durante varios días, desvelando el lunes  29, si continuará al frente del Ejecutivo. Dimita o no el presidente del Gobierno, la derecha y los medios de comunicación afines habrán logrado su objetivo: el espectáculo y la suspicacia de un sector de la población a un manto de sospechas y ataques. La derecha pretende conseguir con esta guerra política sucia, lo que no lograron en las urnas. Porque dimita o no dimita Sánchez, la resolución se puede demorar en el tiempo, ante la posibilidad de que la Fiscalía provincial de Madrid recurra la apertura y el caso llegue a la Audiencia Provincial y seguir ganando notoriedad en medios de comunicación, redes sociales y en definitiva en la ciudadanía.

El tema no es que el pseudosindicato de ultraderecha Manos Limpias especialistas en presentar decenas y decenas de querellas y denuncias en casos mediáticos haya denunciado a Begoña Gómez, el problema es que el juez instructor otorgue un mínimo de verosimilitud a la denuncia, y encuentre relevancia penal a los hechos denunciados en caso de que resulten probados. Una vez más un tema político se convierte en un tema judicial, instrumentalizando la Justicia por parte de las formaciones políticas. No puede la derecha querer ganar en los juzgados lo que no se gana en las urnas. Ni se debería estar permanentemente en el lodazal, en el «y, tú más», en el odio visceral, en el ataque permanente y por supuesto, nunca atacar a nivel personal, ni a la familia, como es el caso de esta guerra política-judicial contra la esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

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