El populismo llegó para quedarse.

El populismo está llegando a España en los últimos tiempos porque hay un caldo de cultivo muy propicio para ello, debido a la crisis, a las noticias constantes de corrupción y a la apatía generalizada de la ciudadanía. El populismo busca a los ciudadanos que no se sienten representados y/o que están decepcionados con el sistema político. Pero,el populismo no causa la crisis del sistema, es dicha crisis la que abre las puertas al populismo.Su discurso es la lucha contra la injusticia,promesa de cambio,transformación del sistema político y crítica profunda de las élites políticas. Se promete un nuevo sistema,que resolverá todos los problemas.

Todos los partidos políticos de reciente formación en España (Ciutadans, UPD, Foro Asturias, Compromís, Podemos, Ganemos) tienen un componente populista porque sus discursos son esencialmente en contra del funcionamiento del sistema democrático actual. Y, los partidos políticos tradicionales (PP,PSOE) se defienden del populismo también con propuestas populistas: bajada de impuestos, deducciones fiscales, regeneración política…

El populismo puede nacer de un líder carismático que es percibido como parte del pueblo como por ejemplo Abraham Lincoln, que a través de estas palabras: «gobierno por la gente, de la gente, y para la gente» capturan perfectamente la esencia del espíritu populista.Otros ejemplos en América Latina: Chávez, Morales y Correa o en España históricos populistas como Jesús Gil, Mario Conde y José María Ruiz Mateos. Estos líderes no están solos consiguen que los ciudadanos tengan un vínculo directo y emocional con el líder y una desconfianza con los partidos tradicionales y las instituciones para resolver sus problemas cotidianos.

El lenguaje populista es muy popular y efectivo en las campañas electorales, pero sobre todo en los medios de comunicación tienen su caldo de cultivo.especialmente en la televisión,donde el populismo tiene que contactar con su público directamente. Los medios de comunicación son un recurso clave para el liderazgo contemporáneo,se convierten no en receptores pasivos sino en agentes activos en el proceso de construcción de la realidad, conformando un ambiente antipolítico, especialmente en períodos de desilusión y de sentimientos negativos hacia la política.

¿El populismo defiende una concepción de democracia más amplia o  afecta a la institucionalidad y a la convivencia democrática? El populismo tiene una enorme variedad de sensibilidades políticas, desde el movimiento italiano de Beppe Grillo, la corriente de ultraderecha de Le Pen en Francia o el movimiento del 15-M en España e incluso partidos fascistas. Por lo tanto, el populismo son todos aquellos movimientos que son percibidos como una amenaza para los «establishments» políticos,económicos, financieros y mediáticos de una sociedad.

En otras palabras, el populismo tiene su lógica de acción política, despierta esas fuerzas escondidas, que denotan una irritación frente a una serie de disfunciones del orden democrático actual, tienen mensajes simplistas lejos de la tolerancia que unen bajo el mismo paraguas a grupos heterogéneos e incluso contrarios. La política debe de centrarse en la razón y no en la pasión, en la gestión y la transparencia, para que el populismo no encuentre los posibles defectos del sistema democrático. A medida que se acerquen las elecciones, el tono populista aumentará.

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