Hemos tenido el primer caso de évola en España, la auxiliar de enfermería Teresa Romero, ha recibido el alta, después de que los médicos han comprobado que no quedaba rastro del virus en su organismo y que el riesgo de un nuevo contagio había desaparecido. Con dicha alta ha acabado un periodo que comenzó el 7 de agosto de este año, cuando se autoriza la repatriación del misionero Miguel Pajares desde Liberia contagiado de ébola. Y, un mes después se trae a Madrid de Sierra Leona, a un segundo misionero, Manuel García-Viejo, también afectado por el virus del évola.
La repatriación de ambos religiosos, ha supuesto un profundo debate sobre la conveniencia o no de tratarlos sobre el terreno o en suelo español. La polémica ha llegado a su cénit cuando se conoció el primer caso autóctono de évola en España, de la auxiliar de enfermería Teresa Romero que se había contagiado de la enfermedad tras formar parte del equipo que atendió al misionero Manuel García Viejo. En estos tres meses hemos vivido una falta de transparencia en la información, falta de medios en el Sistema Sanitario para este tipo de epidemia, una descoordinación total entre las instituciones, ausencia de un comité de crisis, falta de protocolo… En definitiva, todo esto ha provocado una sucesión de errores por parte del gobierno e incluso aprovechamiento de la situación, por parte de la oposición, que ha provocado incertidumbre en la población. Sin olvidar el show mediático en los medios de comunicación.
En España no teníamos ninguna unidad de aislamiento de alto nivel, hasta que surgió la necesidad de traer a los misioneros infectados de África. Quizás porque siempre pensamos que estas enfermedades son del Tercer Mundo y que nunca llegarían a nosotros. Es el primer caso de ébola en un país fuera de África. Las autoridades sanitarias, el gobierno debe de aprender que esto puede volver a pasar, que no es un tema exclusivo de los países pobres, que un virus no entiende de fronteras. El ébola sigue propagándose en Sierra Leona, Guinea, Liberia, pero algún día puede llegar a España estos u otros virus y convertirse en una amenaza.
Han faltado muchas cosas, se han cometido demasiados errores, desde sacarlos de una zona epidémica, a unos enfermos infectados en fase avanzada de la enfermedad e introducirlos en una zona geográfica sin contagios, pasando por no tener medios adecuados ni personal con la debida formación, no tener el debido sentido común para entender el riesgo de una epidemia y un riesgo gratuito de haberlo podido extender al resto de la población. Porque ante una situación de epidemia, lo fundamental es impedir que esta se extienda…