La hipocresía social de la muerte.

Tradicionalmente hay una hipocresía social y religiosa en torno a la muerte, cuando hemos superado la preocupación social, por temas como: el divorcio, las relaciones prematrimoniales, la homosexualidad,… Hemos pasado de verlo como escándalo o incluso delito a contemplarlo con la mayor naturalidad. Cosa diferente es el tema de la muerte, ya sea natural, por accidente, por aborto o por eutanasia, nos convierte en más tradicionales, más conservadores, quizás en más miedosos, porque la muerte nos iguala a todos. La muerte parece que tiene una tendencia al pensamiento único, el que muere normalmente no se le estigmatiza, ni siquiera le critican y mucho menos le ignoran. Tenemos tendencia a que en el momento de morirse, por un cierto conservadurismo social y moral  siempre se habla bien del fallecido o fallecida, destacando sus dotes, sus obras y convirtiéndolo  por arte de birlibirloque de demonio en santo, de persona denostada a persona alabada.

Ayer murió Alfredo Pérez Rubalcaba, un personaje que lo fue todo en la política y como se ha muerto, ahora todo el mundo habla bien de él y glosan su figura con una hipocresía social que roza hasta extremos que rozan la ridiculez, que es lo que suele pasar cuando alguien se muere. Yo no soy el más apropiado para hablar de él, porque no lo conocía como persona, aunque lo tuve como un referente de dignidad, no solo por su experiencia, capacidad y oratoria, dejó la política no para entrar en las puertas giratorias  sino para ir a la Universidad Complutense de Madrid para impartir clases de Química Orgánica. 

Rubalcaba dijo una frase que se ha cumplido: «En España se entierra muy bien». Los españoles somos muy dados a criticar, a ponernos en una posición de superioridad, calificando y juzgando a los demás. Buscando todos los aspectos negativos, descalificando para desacreditar y que después esas mismas personas cuando llega el momento de la muerte, son las más propensas a buscar alabanzas. La hipocresía social nos hace creer en el prejuicio de que los demás son peores y que nadie es mejor hasta que se muere… 

 

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