El oportunismo mediático de la solidaridad.

Muchas veces piensa uno mal y llegas a creer que se busca un cierto oportunismo mediático de la solidaridad,  que ayudará a muchos necesitados, pero que quizás solo se hace por mejorar una imagen o simplemente por ganar votos.. Nos cansamos de discursos vacíos de los políticos, como si nada tuvieran que ver, con el problema de los migrantes, hablan como si se trataran, de fenómenos naturales, no ocasionados por la política y que pueden ser solucionados con la política. La hipocresía está demasiadas veces, relacionada con la solidaridad, aunque, al final, lo importante es ayudar. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado instrucciones para que España acoja al barco Aquarius, con 629 migrantes a bordo, con el fin de «evitar una catástrofe humanitaria» con destino al puerto de Valencia.

Parece que la solidaridad no sea una obligación de los estados y ha sido reemplazado por todas esas ONG de ayuda humanitaria y todas esas personas anónimas que comparten su bienestar con quienes no lo tienen. Un altruismo en el que miles de personas arriesgan su vida, su tiempo y su dinero en ayudar a los demás, que no buscan el beneplácito ni el aplauso de nadie, solo les vale sentirse bien consigo mismos. Porque, lo que no seamos capaces de hacer nosotros, no lo podemos exigir a los demás. Eso también es hipocresía. Hipocresía es saltarse las propias leyes y tratados internacionales. Hipocresía es objetar que hay falta  de recursos, cuando hay dinero para rescatar a los bancos fallidos y concesionarias de autopistas ruinosas.  Hipocresía y xenofobia es afirmar que primero hay que ayudar a los españoles.

Oportunismo es aprovecharse de las Injusticias, oportunismo es esperar que la solidaridad venga de los demás, en las que algunos piensan que la miseria es inevitable. Donde la caridad de unos pocos no puede solucionar dichas injusticias y desequilibrios. Donde unos pocos tienen que suplir a esta sociedad ególatra, materialista, superficial y frívola, donde da igual que se mueran unos africanos. Donde los problemas les importan poco o nada. En los próximos años el crecimiento demográfico acelerado se desplazará de Asia a África, la solución no son las vallas, ni el cierre de las fronteras. Porque la gente seguirá huyendo del hambre, de las guerras, de la discriminación… buscando algo mejor.  Seguirán las pateras, los que saltan las vallas y no les importa las concertinas, los que mueren en el Mediterráneo. Ya está bien de mentiras, de verdades a medias, de oportunismo mediático, de hipocresía en la solidaridad, hace falta soluciones de los estados. Es un problema demasiado importante para que lo solucione la solidaridad de las ONG y el compromiso de unos voluntarios…

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  1. Andrés Marco Lou

    El Aquarius y dos barcos de la Armada italiana con 629 migrantes han llegado a Valencia. El ministro italiano Matteo Salvini, líder del partido Liga, de extrema derecha a un paso de fascismo, negó dar un puerto italiano al Aquarius. El Aquarius es un doloroso símbolo de la deriva de Europa, de la falta de solidaridad y de la incapacidad de buscar una solución común. Mientras se salvan a 629 personas en el Aquarius, más de 1000 personas han sido rescatadas en las costas andaluzas en esta semana, que pretendían acceder en embarcaciones precarias.

    La llegada del Aquarius no cambia nada, ni en el Mediterráneo, ni en la fronteras, ni en el conjunto de la UE, pero quizás sirva para poner alguna solución para revertir esta situación. De momento, hemos salvado a 629 personas de morir en el Mediterráneo, otra cosa diferente es que tengan una oportunidad de integrarse en esta sociedad. No es cuestión de caridad, es cuestión de solidaridad y de respeto mutuo, porque en teoría todos los seres humanos nacemos libres e iguales en dignidad y derechos. Aunque eso se les olvide a tantos políticos y gobernantes…

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