Cumplir 65 años de vida.

cumplir 65 añosMe siento feliz de cumplir 65 años y estar vivo. A partir de los 65 años es cuando nos damos cuenta que somos mortales y empezamos a pensar en nuestros próximos 20 a 30 años. Es cuando la mayoría de las personas comenzamos a cesar en la actividad laboral y pensar en la jubilación, aunque cada vez más personas están rompiendo esa tradición, por no llegar a los años de cotización o simplemente por cobrar una pensión que no les permita vivir dignamente. No estoy hablando de llevar una vida holgada, simplemente cubrir las necesidades que cuando menos, te permitan una vida que merezca la pena ser vivida. Cumplir 65 años, es una nueva etapa de la vida que nos recuerda que no estamos aquí para siempre y que el verdadero propósito del envejecimiento es aceptar la vida como un regalo, que no tuvieron nuestros padres y abuelos, porque o no llegaron a los 65 años o murieron poco después.

Los 65 años han dejado de ser la edad de paso a la situación de jubilado para muchas personas. Dependiendo de múltiples factores que afectan de un modo particular a numerosas personas en la franja de los 50 a los 65 años. Desde el paro, las bajas prestaciones por desempleo, de subsidio o las prejubilaciones acordadas con las empresas que suponen interrupciones en las etapas anteriores a la jubilación, donde la intermitencia entre ocupación y desempleo, va a incidir, obviamente, en su remuneración como jubilados. Aparte de que dichos colectivos han salido definitivamente del mercado laboral y tienen difícil su reinserción en el mercado laboral y que tienen en la jubilación su objetivo de reinserción y de encontrar una seguridad económica para su vejez.

Las personas que pertenecemos a esa llamada generación boomer o «generación del baby boom» hemos sido testigos y protagonistas de importantes cambios sociales, económicos y tecnológicos. En una sucesión cronológica de tres etapas perfectamente definidas, en la juventud que aprendíamos lo necesario para desenvolvernos en la vida, en la edad adulta que hemos aplicado lo aprendido y en la tercera edad que pasamos a pergeñar una vida diferente. Nos hemos enfrentado a innumerables desafíos, teniendo que demostrar  resiliencia y capacidad de adaptación, nacimos en un contexto donde la sociedad era diferente, con menos libertad, menos democracia y donde la tecnología nos era muchas veces ajena. Ahora, somos «viejos jóvenes», despreciados por un mercado laboral y que nos necesita la sociedad para que nos convirtamos en una red natural para mantener el Estado del Bienestar.

Cumplir 65 años es llegar a la convicción de que quieres y debes abandonar la actividad laboral, porque tienes ganas de descansar  después de toda una vida de trabajo; porque las empresas no quieren a gente mayor y también porque se ha de ir dejando hueco a las personas más jóvenes. Todas estas premisas pueden darse por válidas, a partir de ahora comenzaremos a realizar un trabajo no remunerado por sentido del deber en el seno de nuestras familias, de organizaciones sociales de todo tipo, simplemente disfrutando de la vida junto a los que nos rodean. Yo he decidido dar el paso con mi decisión de la jubilación anticipada, no he querido esperar a la jubilación ordinaria. Prefiero hacer frente a una reducción por anticipación, aún a pesar de una vida laboral extensa, que seguir trabajando. Aunque pienso que es una injusticia que haya colectivos que cobren el 100% de la pensión con menos años cotizados  y con 60 años de edad. Y, que se fomente las pensiones demoradas, para cobrar más en la jubilación, mientras existe una tasa enorme de desempleo en la juventud, que tendrán dificultad para llegar a sus años de cotización.

Y, todo con el fantasma de la sostenibilidad de las pensiones, donde los pensionistas no podrán en un futuro cercano disfrutar de su pensión, por culpa del empeoramiento de las condiciones laborales, el estancamiento de la tasa de natalidad y el aumento de la esperanza de vida. La evolución del gasto de las pensiones es una seria amenaza de futuro para las cuentas públicas. Tener 65 años es una etapa vital que puede alargarse dos o tres décadas de vida, pero sería triste dedicar una parte de esos años a seguir trabajando. Aunque todos somos conscientes que la reforma de pensiones y los mecanismos que garanticen su futuro a medio y largo plazo llegará antes de lo que pensamos, porque no será suficiente, que los que hoy están en activo sean quienes paguen las pensiones de las personas que están jubiladas. Me planteo cumplir 65 años como una etapa de oportunidades, antes de que llegue la temida situación de vulnerabilidad y de dependencia física y emocional con el paso de los años.

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