La vida privada del rey tiene relevancia pública.
La vida privada del rey tiene relevancia pública, mucho más si está pagada con fondos públicos. La conducta del rey, incluso lo relativo a su más estricta vida privada, tiene trascendencia pública. No hay actos irrelevantes políticamente del rey, un rey no tiene vida privada, no tiene una vida privada al margen de su puesto. Siempre es el rey. Por eso, cuando aparecen noticias de la vida privada del rey emérito, no se puede distinguir su labor institucional de su vida privada. Su vida privada es parte de la institucional. Que Juan Carlos tuviera amantes no me interesa a nivel personal: aunque no fuera el mejor ejemplo de marido, que diera una imagen errónea de familia y que nos engañara a todos. Pero, eso es aún más preocupante, si estas amantes pueden tener prestaciones que salen de los fondos públicos: sus viajes, su protección, sus regalos..., del dinero de todos los contribuyentes.…