Mujeres muertas por violencia machista.

En lo que va de año, en diez meses, 50 mujeres muertas por violencia machista, la misma cifra que en todo el año 2018. Desde 2003, en que se empezó a contabilizar oficialmente, han muerto 1.026 mujeres. Han muerto más mujeres asesinadas en 16 años, que asesinados en sesenta años de terrorismo de ETA, casi la misma cantidad de personas que fallecieron en accidentes de tráfico en 2018. Estamos hablando de menoscabo de la dignidad de las mujeres, de una vulneración de los derechos humanos y de seguir legitimando la supremacía de “lo masculino” sobre “lo femenino”, manteniendo prejuicios, discriminación y violencia física, psicológica, sexual, económica y laboral sobre ellas. 

Nos hemos acostumbrado a que sea una cifra más, una noticia de apenas segundos en los medios de comunicación, cada muerte significa un paso atrás en la igualdad y la convivencia. Una victoria de ese terrorismo machista, en contra de las mujeres. La violencia machista es un problema de todos, aunque algunos no quieran reconocerlo y hablen de violencia intrafamiliar,  hemos de rechazar las políticas de confusión que algunos partidos intentan transmitir para no conseguir la igualdad entre mujeres y hombres.

No es suficiente con debates sociales, políticos y jurídicos sobre la igualdad, es necesario que no muera asesinada ninguna mujer más. Hemos conseguido visibilizar un problema que existía pero que nadie hablaba, crear una conciencia social, pero no hemos sido capaces de erradicar la violencia machista. Los asesinatos machistas se siguen produciendo, las denuncias no dejan de crecer, los más jóvenes se suman a prácticas machistas y la desigualdad sigue existiendo. Y, eso también depende no solo de la sociedad, sino también de las actitudes, comentarios de los partidos políticos que siguen los postulados de la extrema derecha.

La Ley debe proteger a sus ciudadanos y ciudadanas, frente a todo tipo de violencia. No podemos permitirnos cuestionar el concepto de violencia de género, al revés hemos de ampliarlo con pedagogía y con todos los recursos para que no se produzcan más asesinatos de mujeres. No es solo una cifra, 50 mujeres muertas en diez meses, nos debe hacer reflexionar de que algo no funciona y debemos pedir responsabilidades a los partidos políticos que nos quieran confundir con otros tipos de violencia. Aparte, de no votar a dichos partidos…

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