Los migrantes también son personas.

El Mediterráneo no frenará a los migrantes, porque nada detendrá al que quiere huir de su país, por falta de libertad, por guerra o por hambre. Ni lo mares, ni los muros, ni las fronteras, cerrarán el paso de los migrantes, que recordemos los migrantes también son personas. Cuando se cierre un camino otro se abrirá. Se beneficiarán las mafias, los políticos mirarán hacía otro lado y los migrantes y refugiados seguirán muriendo, seguirán muriendo personas. No lo olvidemos

Hoy miércoles, decenas de cuerpos dispersos en las playa de la ciudad libia de Zuwara,  cuerpos semidesnudos de hombres, mujeres, niños en estado de descomposición, comidos por las moscas y sin nadie que sea capaz de identificarlos. No son migrantes son personas, se nos olvida a veces eso tan sencillo que son personas. Personas que huyen buscando libertad, una vida nueva y mueren ante la indiferencia de unos políticos europeos.

No son las 117 personas de Zuwara, ni las 880  que pudieron haber muerto esta semana en naufragios de embarcaciones que zarparon de las costas libias, según Acnur,  ni las más de 2.500 personas muertas en lo que llevamos de año, que han perdido la vida intentado llegar por mar a Europa. El mar Mediterráneo se ha convertido en un cementerio de refugiados, de personas, que son ya incontables y de lo cual somos responsables todos. Las muertes en el Mediterráneo, la situación de los refugiados, es comparable con el genocidio llevado a cabo por los nazis durante la II Guerra Mundial.

Nos esperan unos meses de cientos, miles de muertes de personas que embarcarán en los puertos libios con rumbo a Europa, no se hace ni una sola mención a las causas que originan todos estos flujos migratorios, no hay compromiso por parte de los países para acoger la cuota de refugiados, se les trata peor que si fueran perros, en una sociedad cada día más animalista y defensora de los derechos de los animales.

Pero, el Mediterráneo no frenará a los migrantes, porque nada detendrá al que quiere huir de su país, por falta de libertad, por guerra o por hambre. Ni lo mares, ni los muros, ni las fronteras, cerrarán el paso a las personas, cuando se cierre un camino otro se abrirá. Se beneficiarán las mafias, los políticos mirarán hacía otro lado y los migrantes y refugiados seguirán muriendo, seguirán muriendo personas. No lo olvidemos.

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