Mesa de diálogo sobre Catalunya.

Una mesa de diálogo es un espacio para facilitar la solución de los conflictos, para dirimir las controversias, para buscar argumentos que reemplacen lo definitivo. Colocando las convicciones de los otros, no como obstáculo, sino como un principio de verdad diferente al que se deben realizar aportes, intentando lograr acuerdos. El diálogo es el único instrumento válido para todo acuerdo. La democracia nos obliga a no dejar problemas enquistados y buscar soluciones, porque el diálogo es colaboración de ambas partes, donde hay que saber escuchar y ser escuchado. No entiendo, el por qué, molesta tanto a la derecha española y al independentismo catalán una mesa de diálogo sobre Catalunya. Se pueden tener ideas diferentes, contrapuestas, pero solo a través del diálogo se puede encontrar alguna coincidencia. La política tiene la responsabilidad conjunta de anteponer el diálogo, a la judicialización de los conflictos. No hay otro camino para resolver los conflictos políticos que el diálogo, la posibilidad de comunicarse y entenderse.

La primera reunión de la Mesa de Diálogo para Catalunya (26/02/2020) supuso un cara a cara entre el Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (PSOE) y el President de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra (Junts per Catalunya) demostró que los dos ejecutivos, estaban “en las antípodas”. Pero, fue un intento de buscar alguna solución intermedia que permitiera superar el conflicto político catalán. La segunda reunión de la mesa de diálogo entre el Estado y la Generalitat de ayer, entre Pedro Sánchez y Pere Aragonés significa un reencuentro, una vez concedidos los indultos a los presos del «procés» en el mes de junio. Una mesa de diálogo de imposibles, donde el Gobierno de España quiere hacer cumplir la Constitución Española y la Generalitat de Catalunya quiere debatir sobre autodeterminación y amnistía. Además con solo una parte del Govern, Esquerra Republicana. Porque Junts actúa de manera reactiva ante dicha mesa de diálogo. Quizás el único acuerdo, de ambas partes es que continuará el diálogo. Ambas partes se necesitan, donde Pedro Sánchez ha reivindicado una negociación «sin pausa, sin prisa y sin plazos». El diálogo nos hace creer en la política de nuevo.

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