Manifestar la opinión como derecho.

Manifestar una opinión es un derecho, aparte de ser parte de nuestra libertad de expresión que tenemos los ciudadanos y ciudadanas, en poder mostrar nuestra indignación. Se puede criticar tanto, que unos aplaudan el discurso del rey como los que se manifiestan civicamente haciendo una cacerolada en protesta por los presuntos negocios opacos del rey emérito Juan Carlos I. Quizás la preocupación que tenemos todos por el coronavirus, ha creado ese malestar generalizado, en que todos conocemos la falta de recursos económicos en la sanidad pública española, mientras que Felipe VI ha decidido romper vínculos con su padre, por la vinculación con fundaciones opacas y el cobro supuesto de comisiones ilegales. La cacerolada es para exigir transparencia, para que se investigue, para que se puedan depurar posibles responsabilidades. Para que el dinero supuesto que se ha regalado a amigas del monarca emérito, puedan devolverse al Tesoro Público.  

La Constitución de 1978, nos otorgó un Estado democrático y social con una Monarquía parlamentaria. No es cuestión de ponerse a discutir, en un momento de verdadera emergencia sanitaria, en si el pueblo español quiere monarquía o república. Lo que realmente queremos los españoles es saber la verdad, de si la Monarquía se ha visto salpicada con manejos, comisiones y fundaciones off shore, al igual que hubiera podido pasar con la Jefatura del Estado en una república. No es suficiente con que Felipe VI  renuncie a la herencia de su padre, ni el cortarle la asignación económica con cargo a los Presupuestos. Lo importante no son los gestos simbólicos sino conocer la verdad y por eso los ciudadanos tenemos el deber de manifestar nuestra indignación. 

Hacer una cacerolada en varias ciudades españolas, convocada a través de redes sociales, cuando el monarca hace un discurso televisado vacío sobre el coronavirus, no es una falta de educación ni de respeto, es el derecho que tenemos a la libertad de expresión, a mostrar nuestra opinión. Porque si realmente, el rey emérito recibió 100 millones de euros en comisiones por parte de Arabia Saudí, sería un detalle que dicho dinero se aportará a la investigación y a la cura de los damnificados del coronavirus en España. Eso no sería un gesto simbolico, sería un ejemplo.

 

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