Legalidad y legitimidad.

Legalidad es cumplir un sistema de leyes, es el comportamiento adecuado en una sociedad que quiere ser democrática. Lo que no es legal, no debería tener el apoyo de la sociedad, es ilegitimo y por tanto, fuera de la ley. Romper la legalidad por parte del gobierno de la Generalitat o cambiar la ley por otra ley, no es la solución para conseguir la independencia.

Quiero recordar una cita de un discurso del asesinado presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy que, en 1962, pronunció para justificar el uso de las fuerzas federales: “Los estadounidenses son libres, en resumen, de estar en desacuerdo con la ley, pero no de desobedecerla. Pues en un gobierno de leyes y no de hombres, ningún hombre, por muy prominente o poderoso que sea, y ninguna turba por más rebelde o turbulenta que sea, tiene derecho a desafiar a un tribunal de justicia”.

Somos libres de estar en desacuerdo con las leyes, pero no de desobedecerlas… Aunque la desobediencia es una opción justificable para mucha gente y la historia nos demuestra que la desobediencia ha sido una actitud clave para conseguir cambios en la sociedad. El referéndum del 1-O es ilegal, pero con su realización se busca legitimidad, se intenta que esa legitimidad, ese mandato popular, sea el principio para declarar la independencia. La desobediencia civil y no violenta puede ser un instrumento para cambiar las leyes, puede ser un medio legitimo, que se considera justo o razonable, aunque puede ir en contra de la legalidad. Por lo tanto, todo acto contrario a la ley es siempre un acto ilegal. La desobediencia es un instrumento cuando la ley proviene de un estado tiránico, pero el estado español es una democracia. 

La única solución es conseguir una mayoría parlamentaria que apueste por la independencia y consiga cambiar las leyes a nivel del Estado. La legalidad, es aceptar todos las reglas del juego, respetar a las minorías, basar todo en las reglas de la democracia y la prevalencia del Estado de Derecho. La desobediencia y la ilegalidad pone en peligro la democracia y entonces el Estado de Derecho tendrá en sus manos todos los medios para hacer cumplir la ley.

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