Cuando una cosa es necesaria, significa que hace falta, no creo que la pobreza sea indispensable para nadie, ni siquiera debería serlo para los ricos. La pobreza es no poder satisfacer las necesidades básicas para tener una vida digna, por falta de recursos. Los pobres son gente excluida del sistema, pero que ellos no lo han decidido. No basta con luchar contra la pobreza, hay que acabar con ella, porque no es necesaria.
Las dos caras antagónicas del dinero, es que unos tienen todo el que necesitan y a otros les falta hasta para lo más elemental. El capitalismo impide a muchas personas vivir una vida digna dentro de la sociedad.
El pobre es pobre y sigue siendo pobre porque así lo quieren los ricos. Nadie decide nacer y ser pobre, mientras que algunos tampoco lo deciden, pero nacen y son ricos.
En las recientes crisis económicas, se han acentuado las diferencias: los ricos se han vuelto más ricos y los pobres más pobres. Las clases bajas y medias están pagando las malas decisiones económicas de los bancos, de las grandes empresas y de los gobiernos, a través de la reducción de los salarios, pérdida de sus patrimonios y aumento de precios. Mientras unos pierden todo, a los ricos se les rescató de la deuda.
El capitalismo funciona mejor excluyendo a gente; cruzándose de brazos para sacar de la pobreza a los más necesitados; buscando sistemas para la explotación, precarización y deslocalización industrial para obtener más beneficios. El capitalismo es un club exclusivo, y gracias a la pobreza es cada vez más elitista. La pobreza no debería ser necesaria para que exista la riqueza, no debería haber comparación ni justificación de la riqueza, si es a costa de que haya personas pobres.
Porque la mayoría de los millones de pobres que viven en países en desarrollo no están en la miseria porque ellos lo hayan buscado. Ni la multitud de trabajadores que han perdido su empleo debido a cambios económicos, son culpables de su pobreza. Ni siquiera los que han caído en la pobreza por culpa de sus malas decisiones, son del todo culpables. Vivimos en un sistema capitalista que es incapaz de cuidar a los más vulnerables, que sigue permitiendo guerras, refugiados, hambre, en definitiva desigualdad e injusticia, que demuestra que para algunos la pobreza es necesaria.