La obligatoriedad del uso de la mascarilla.

A partir de hoy 26 de junio, se suprime la obligatoriedad del uso de la mascarilla en entornos al aire libre siempre y cuando se respete la distancia de seguridad entre personas. Pero, eso no significa que a partir de hoy, se haya suprimido la obligatoriedad del uso de la mascarilla para todas las situaciones. Una noticia es un relato de un suceso actual o reciente que se escribe con la finalidad de divulgarlo a través de un medio de comunicación. Pero, como toda noticia debe ser clara, concisa y concreta. Pedro Sánchez, no ha hecho el anuncio del final de la mascarilla. El uso de la mascarilla sigue siendo obligatorio, no se ha acabado el uso de la mascarilla, solo que ésta no será obligatoria en exteriores siempre que haya una distancia de metro y medio entre no convivientes.

Debemos llevar siempre la mascarilla, no vale decir que se me ha olvidado. Habrá que seguir llevando la mascarilla, aunque no la llevemos puesta. Se mantiene la obligatoriedad de llevar la mascarilla en espacios interiores, tanto en lugares públicos, como en espacios privados de uso público. También en transportes públicos, en espacios al aire libre que pueda haber riesgo de transmisión y siempre manteniendo la distancia de seguridad. Este será el último fin de semana con mascarillas en los exteriores, desde el 22 de julio de 2020, no se podía salir de casa sin la mascarilla puesta. Ahora, la deberemos seguir llevando, aunque no la llevemos puesta. Y, por supuesto no tener la obligación de llevarla en el exterior no significa que no puedas llevarla puesta.

Comienza ahora, la verdadera responsabilidad personal, el que cada uno de nosotros esperemos a ponérnosla antes de cruzarnos con una persona, antes de llegar a un semáforo, antes de llegar a una calle con más afluencia. A tener los suficientes reflejos para sacarla del bolsillo, del codo o amarrada al cuello y ponérsela lo más rápidamente posible. Porque la finalidad de la mascarilla quirúrgica, es evitar que quien la porta pueda contaminar a su entorno. Repito no se ha acabado el uso de la mascarilla, no hemos superado lo marcado por la Organización Mundial de la Salud sobre que el riesgo se atenúa mucho cuando bajamos de 50 personas por 100.000. Que no hemos llegado a la inmunidad de rebaño, que seguimos teniendo una incidencia acumulada alta, aunque haya un porcentaje muy alto de vacunación.

El coronavirus no se ha acabado, la incidencia de la variante Delta nos debería llamar a la precaución. Las prisas nunca fueron buenas consejeras, un supuesto quinto brote podría ser el final del verano y un paso atrás. De nuevo la política y la economía neoliberal condiciona las normas por encima de las autoridades sanitarias. Desde mi punto de vista, creo que es necesario mantener el uso de la mascarilla en todas las situaciones. No es cuestión de libertad es cuestión de responsabilidad. Si todos nos volvemos locos, pagaremos las consecuencias, es el riesgo de volvernos a equivocar en lo mismo.

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