La fragilidad supuesta de España.

la fragilidad supuesta de EspañaLa fragilidad es la incapacidad de un material para sufrir deformaciones importantes sin llegar a romperse. Por más que se repita esta frase, resulta evidente que España «no se rompe». Parece que los salvadores de la patria, están demasiado preocupados por los posibles enemigos de una España que se siente frágil. España es una realidad plural y compleja, en el que convivimos realidades culturales, lingüísticas y políticas diversas, donde todo el mundo no está de acuerdo con la realidad autonómica de la Constitución de 1978. Pero, eso no supone necesariamente la fractura de España. Según la derecha, España lleva 20 años rompiéndose. El Partido Popular no se esperaba perder las elecciones generales en 2004, no asumió la derrota y consideró que le habían «robado» el Gobierno. Comenzó la teoría conspiratoria de ETA en el 11-M, oposición contra la política antiterrorista de Zapatero con el lema «se rompe España»

Después en 2005, el PP, con Rajoy a la cabeza, lideraba una manifestación en Madrid contra la reforma del Estatut de Cataluña, luego vendrían los 4 millones de firmas recogidas en 2006 por toda España. El boicot a los productos catalanes a través de los medios de comunicación y de Internet, que despertó el rechazo de los productos catalanes entre el resto de españoles. Poco importaban las consecuencias, el lema era «Zapatero rompe España» y «Zapatero privilegia a Cataluña«.  El PP comenzó a utilizar el mantra de que todo es anti constitucional, cuando perdía los debates en el Parlamento, buscando en el Tribunal Constitucional un Parlamento más. Defendendiendo la constitucionalidad de un artículo del Estatuto andaluz y abogando por la inconstitucionalidad de un precepto igual en el Estatut, que no establecían derechos y privilegios para los catalanes, tal y como sostenía el PP.

El 1 de octubre de 2017 se intentó materializar un proceso hacia la soberanía de Catalunya, una consulta popular, declarada ilegal. La votación no pudo ser evitada por el Gobierno de España presidido por Mariano Rajoy, recurriendo a un despliegue policial histórico, con imágenes de violencia que recorrieron el mundo y quedaron grabadas en la memoria colectiva del pueblo catalán. Los sucesos se desatan con la declaración de independencia de Carles Puigdemont, la suspensión de la autonomía y la aplicación del 155, con la suspensión del Gobierno de la Generalitat de Catalunya. De nuevo un ataque a la supuesta fragilidad de España y la vuelta al eslogan de «España se rompe».

Llegó el juicio del «procés», celebrado durante los primeros meses de 2019 en el Tribunal Supremo, la sentencia fue publicada el 14 de octubre de 2019, con condenas por sedición y malversación, descartando la rebelión. La sentencia no solucionó un problema que era político antes que judicial. la sentencia se acogió por unos por ser excesivamente blanda y por otros por ser en extremo dura. El 22 de junio de 2021, Pedro Sánchez concedió el indulto a los nueve condenados a penas de prisión en el juicio del procés. Antes y después se volvió al mantra de «España se rompe». Mensajes tan verosímiles como falsos, pero muy eficaces para personas que recurren más a la pasión que a la razón y que quizás ponen en duda la fragilidad de España, de su democracia y del Estado de Derecho. Ahora, toca la supuesta amnistía ¿se romperá España o no?

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