La soberanía de España ya no reside en el Congreso.

El líder de PP, Alberto Núñez Feijóo, afirma que la soberanía de España ya no reside en el Congreso, que el Gobierno «le ha restado legitimidad”. Acusa al presidente del Gobierno de abrir un «proceso destituyente» y sostiene que España «no tiene Constitución». A Feijóo está claro que no le gusta un Congreso muy fragmentado, con mayorías complicadas y muy alejado del bipartidismo de antaño, queriendo contrarrestarlo con la mayoría absoluta del PP en el Senado. Feijóo ni ha aceptado no lograr su investidura, pese a ganar las elecciones. Ni entiende que en España los ciudadanos son libres de votar. Que el Congreso es la plasmación de lo que han votado los españoles, si Junts, ERC, EH Bildu, EAJ-PNV, BNG, CCA o UPN tienen escaños es porque España es diversa, y las minorías representan a ideologías y también a diferentes territorios. Los españoles en una coyuntura de descrédito, desencanto y conflicto político, dejaron de votar a  los dos partidos tradicionales: PP y PSOE.

Aunque, ni Podemos que nació como resultado de la movilización del 15-M, ni Ciudadanos (CS), con su perfil social-liberal, no han conseguido lo que pretendían. Mientras Vox, representa la derecha radical, reaccionaria y autoritaria española, sigue consiguiendo votos de antiguos seguidores del PP. Y, Sumar, un proyecto con el fin de aglutinar a la izquierda, en la que a la primera de cambio se ha salido Podemos. Lo que queda en España son partidos minoritarios, que gracias a sus votos pueden inclinar la votación de las leyes o la investidura del jefe de Gobierno. España se define en un conjunto de pequeños partidos, 17 autonomías y 2 ciudades autónomas, lo acepte o no, el señor Feijóo. Con esta realidad, para formar un gobierno o votar las leyes, los partidos tienen que pactar.

El bipartidismo tiene sus defensores, asegurando que este sistema aporta estabilidad política, porque al tener grandes mayorías en el Congreso, los partidos no necesitan negociar y las crisis políticas son menos frecuentes. Pasamos del partido único del franquismo a dos grandes partidos, encargados de garantizar la paz social del régimen de la Transición. Pero, hay muchos ciudadanos, sobre todo de izquierdas y abstencionistas, que han necesitado nuevas opciones a las que apoyar. ¿Qué preferimos muchos partidos o mucha abstención? Eso significa que el Congreso de los Diputados, no tenga «legitimidad». ¿Solo el Senado la tiene, porque el PP tiene mayoría?

Y, si España «no tiene Constitución«, ni «la soberanía de España ya no reside en el Congreso» por aprobar una ley de amnistía, como dice Feijóo, eso es poner en riesgo nuestro modelo territorial, de convivencia democrática y la libertad de todos los españoles. Porque la amnistía será o no constitucional, si así lo dictamina el Tribunal Constitucional y el Derecho Constitucional, que es el que hace guardar, mantiene y desarrolla la Constitución cual norma suprema. Solo le queda cuestionar al PP el Tribunal Constitucional y decir que España no es un Estado Democrático de Derecho. Cuando es el PP el que no debería cuestionar tanto la Constitución y la soberanía del Congreso, cuando ellos son los responsables de los bloqueos en la renovación tanto del CGPJ como del máximo intérprete de la Constitución.

Deja una respuesta