El Sahara es el único territorio aún sin descolonizar en África, después de que España, mirara hacia otro lado en 1975 mientras era invadido su territorio por Marruecos y Mauritania. El conflicto con Marruecos ha provocado en el Sahara cuatro generaciones perdidas, un problema olvidado por todos los países y organismos internacionales. Se puede luchar por un Sahara libre, también desde la acogida a niños y niñas en las vacaciones en paz.
Desde el inicio del conflicto armado saharaui-marroquí, la solidaridad de padres y madres de acogida en España ofrecerieron la posibilidad de que niños y niñas saharauis pasaran unas vacaciones en España para no soportar las altas temperaturas, que en verano llegan hasta 60ºC y dejar de padecer las carencias alimenticias, sanitarias y educativas de sus campamentos. Las vacaciones en paz, son una oportunidad para ser solidarios, ofrecer una vacaciones a un niño o niña saharaui como si fuera nuestro propio hijo o hija.
Es una experiencia inolvidable y enriquecedora, para los niños y niñas y también para los padres y madres de acogida, pero no deja de ser una gota de agua en el desierto, porque las vacaciones se acaban y los niños regresan esta misma noche a los campamentos de refugiados de Tinduf en Argelia. Se llevan una bolsa de 25 kilogramos con comida y ropa, muchas vivencias divertidas y un aumento de peso, pero nada más. Regresan a la cruda realidad donde todo seguira igual. Algunos regresarán el próximo año y otros ya no volveran.
La solidaridad de unas cuantas familias no soluciona el problema del Sahara. La solución está en manos de la monarquía alauita y la presión que puedan hacer todos los países y organismos internacionales. Cuarenta años de espera son demasiados y la paciencia tiene un límite, el Sahara sufre dividida entre los territorios ocupados, los campamentos de refugiados de Tinduf y la diáspora por el resto del mundo. El Frente Polisario no tiene capacidad para luchar contra el ejército marroquí, existe mucha corrupción, a los propios dirigentes no les interesa que cambie la situación porque ellos y sus familias viven muy bien, el Sahara es expoliado de sus recursos naturales, ya sean minerales o pesqueros y se ha vulnerado los derechos humanos de los saharauis. Y,mientras la comunidad internacional sigue sin hacer nada.
Los saharauis luchan por su libertad, pero el Sahara se puede convertir en un foco yihadista, porque ante la escasez de soluciones internacionales, la falta de paz, de trabajo, de comida, de luz, de agua y el exceso de tiempo para pensar se convierte en un peligro, para que los jóvenes caigan en las redes de grupos terroristas, contra Marruecos o contra la comunidad internacional. Vacaciones en paz dos meses y olvido absoluto para siempre. Es hora de soluciones para el Sahara.