Censura o libertad de expresión.

Basta de censuraEl Museo Contemporáneo de Barcelona censura una escultura de la artista austriaca Ines Doujak y el británico John Barker titulada La bestia y el soberano, en la que se representa a un pastor alemán penetrando a la líder boliviana Domitila Barrios de Chúngara, mientras ésta, a su vez, hace lo mismo con el Rey Juan Carlos, que aparece a cuatro patas  y escupiendo flores sobre cascos nazis.

El director del museo, Bartomeu Marí, ha decidido no incluir la obra en la exposición, la censura ha molestado a los comisarios y los artistas, que se han negado a que la muestra se inaugure sin la obra programada, es la primera vez en más de 25 años que algo así sucede en el Macba.

Cuando aparece la censura, refleja la crisis democrática de muchas instituciones sociales, culturales y políticas, es una falta de libertad de expresión. Al igual que en atentado al semanario satírico francés Charlie Hebdo, si los asesinatos pretendían que las caricaturas de Mahoma dejaran de circular, fracasaron, porque a los pocos minutos todas las redes sociales y medios de comunicación las estaban reproduciendo.Cuando alguien intenta censurar algo se divulga aún más.

La libertad de expresión es la capacidad o facultad que posee toda persona para manifestar, comunicar o difundir de forma libre a los demás sus pensamientos, ideas y opiniones. La libertad de expresión tiene que ser garantizada y estar libre de injerencias partidistas y de intereses privados. En la libertad de expresión hay dos límites: los legales, que resuelven los tribunales; y los de conciencia que pueden tener relación con la imagen, el honor y la intimidad.

Como muy bien se afirma en la Declaración de Derechos Humanos en su Artículo 19 dice: «Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión».

Y, en el Artículo 29.2 dice: «En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática».

La exposición del Macba no puede ser censurada por una escena sexual del rey, la masculinidad, lo humano, lo sagrado, el Estado-nación. El arte es libertad de expresión, es libertad de pensamiento, la garantía a la libertad debe ser una premisa fundamental para todas las democracias, no puede haber censura por motivos de conciencia, los que sientan atacados por dichas obras que lo denuncien y esperen el fallo de la Justicia.

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