Los inmigrantes que se encuentran en España en situación irregular no tienen derecho a la asistencia sanitaria en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Casi todas las comunidades autónomas, han establecido mecanismos para ofrecer asistencia sanitaria a los inmigrantes en situación irregular. Hasta ahora, los inmigrantes pueden ser atendidos en urgencias, durante el embarazo, el parto, el postparto, y todos los menores de edad tienen garantizada la asistencia sanitaria.
Se les retiró la tarjeta sanitaria a los inmigrantes y sin dicha tarjeta no tienen historial clínico del paciente, ni médico de cabecera, ni se puede derivar al paciente a un especialista o pedirle unas pruebas específicas, ni prescribir medicamentos con lo que la asistencia sanitaria deja de ser un derecho y se convierte en un concepto de caridad de la asistencia sanitaria, concibiéndola como una limosna y no como un derecho.
No debemos hablar de asistencia sanitaria para inmigrantes, la sanidad debe ser universal, para todos, sin diferenciar entre nadie. La sanidad debe ser pública y sin que sea un negocio, nuestro Estado del bienestar debe trasladarse a todos los ciudadanos y ciudadanas de nuestra sociedad. La generosidad de nuestra sociedad debe comenzar con estas políticas de igualdad. La Sanidad Pública se financia con nuestros impuestos y tan impuesto es el IRPF como el IVA, lo que significa que cualquier inmigrante, en el momento de comprar cualquier objeto está pagando IVA. Y, por lo tanto, paga impuestos a este país.
La solución sería derogar el real decreto aprobado en 2012 bajo el mandato de Ana Mato , porque se debería garantizar el acceso a la atención sanitaria a todas las personas que viven en España, sin esgrimir temas como el gasto y la saturación. Porque los inmigrantes indocumentados no saturan las urgencias de los hospitales, ni saturarán los centros de Atención Primaria. La asistencia sanitaria es un derecho universal, financiada mediante impuestos, la eliminación de derechos de los inmigrantes indocumentados por ahorro económico o por razones electoralistas, es escamotearles un derecho y ofrecerles simplemente caridad.