José María Aznar lo definió como «el mejor ministro de Economía de la democracia», Rodrigo Rato vicepresidente segundo del gobierno y ministro de Economía entre 1996 y 2004 durante el gobierno de Aznar, fue detenido ayer después de ser investigado por irregularidades fiscales descubiertas a raíz de que se acogiera a la amnistía fiscal del Gobierno, acusado por fraude, blanqueo y alzamiento de bienes. Además de estar imputado por varios delitos en el caso Bankia, tanto en la salida a bolsa como en el asunto de las tarjetas «black».
El ídolo del PP ha caído, el que fue ejemplo de milagro económico, el que animó a la gente a endeudarse, el que aprovechó los tipos de interés baratos y la desregulación sobre el suelo para construir una economía basada en el ladrillo y la especulación, el que creó la burbuja inmobiliaria y que al final pasado los años nos estalló. Ha caído supuestamente en irregularidades fiscales.
A finales de 2003, su nombre figuraba como posible sucesor de José María Aznar y como candidato a la presidencia del Gobierno, pero finalmente Aznar escogió a Mariano Rajoy como sucesor. Poco después, Rodrigo Rato fue nombrado director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). No se enteró de la crisis, hasta que había estallado, presentó su dimisión alegando razones personales. Como premio, Mariano Rajoy le entregó la presidencia de la cuarta entidad financiera del país, Caja Madrid. Presentó la dimisión dejando un agujero en Bankia de 23.500 millones de euros y tirados a miles de preferentistas, que «picaron», comprando acciones de Bankia, con los ahorros de toda su vida.
La investigación de la que es objeto Rodrigo Rato afecta a 705 personas expuestas políticamente, que tienen problemas de blanqueo de dinero, Personas que tienen que ver con la política, con las instituciones públicas que son grandes patriotas, que trabajan por España y que de vez en cuando tienen irregularidades fiscales. Con patriotas como estos, quien necesita enemigos.
Ahora el gobierno señala que más allá de amigos o enemigos, va a ser implacable contra el fraude. Esperemos que los supuestos delitos de Rodrigo Rato no prescriban, o se les aplique la doctrina Botín o se les conceda un indulto. Porque, todos esos patriotas sacrificados por su país, llenos de valores morales, cristianos y padres de familias, tienen una doble moral y piensan en llenar su cartera por encima de todo. Ya está bien de que nunca pase nada, de que nadie devuelva el dinero en los escándalos económicos (trama Gürtel, el caso Bárcenas, los Eres de Andalucía, el caso Roldán,el caso Filesa, la expropiación de Rumasa…), exigimos justicia y que los ciudadanos dejen de «premiar» en las elecciones a los más corruptos. Bastaría con no votarlos para que todo cambiara.