El espíritu del 15-M.

Sexto aniversario del 15-M, sexto aniversario de un cambio de mentalidad, sexto aniversario de un movimiento de indignados que permitieron hacer ver a la sociedad una nueva forma de hacer política, sin los partidos tradicionales, desde la calle y con la participación de la gente. El 15-M fue la alternativa a aquellos movimientos obreros y estudiantiles clandestinos en la dictadura, rompieron muchos tabúes de la Transición. El 15-M estaba falto de experiencia política, pero con mucha ilusión, fue hacer política sin partidos.

El espíritu del 15-M no ha muerto, pero se ha debilitado. La gente se fue a sus casas, se fueron de las plazas, aparecieron diferentes «mareas»: movimientos sociales reivindicativos luchando por la educación, la sanidad el empleo. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), anterior al 15-M sigue luchando por el derecho a una vivienda, señaló a la banca y la clase política como responsables de la crisis.

Podemos surgió como partido político apropiándose del 15-M, pasó de querer «asaltar los cielos» a convertirse en un partido político tradicional, con un fuerte liderazgo mesiánico y una estructura vertical, entrando en los vicios del sistema, donde muchas veces preocupa más el sillón que lo que hay que hacer. Podemos se ha olvidado de la autocritica,  ya no cree en la transformación de la sociedad para llegar al cambio  político y social.

Podemos ha pasado de querer «asaltar los cielos» a convertirse en un partido político tradicional, con un fuerte liderazgo y una estructura vertical, entrando en los vicios del sistema, donde muchas veces preocupa más el sillón que lo que hay que hacer. Se han olvidado de la autocritica, ya no creen en la transformación de la sociedad para llegar al cambio  político y social.

Aún a pesar de todo, Podemos representa muchos valores del 15-M y puede junto al PSOE ser la única alternativa de cambio, la única posibilidad de transformar las ideas: aportando, construyendo, cooperando y siendo críticos en una sociedad que solo confía en el Partido Popular, encontrando respuestas en definitiva en una sociedad con retrocesos sociales, de libertad y de conformismo.

El 15-M decía que ¡Que no, que no nos representan, que no!, ni el PSOE, ni Podemos han sido capaces de que los ciudadanos confíen en ellos, después de los peores escándalos de corrupción en nuestra reciente historia de la democracia. La izquierda sigue sin unirse y sin ofrecer nada diferente a una sociedad en la que !No hay pan para tanto chorizo!

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