En nombre de Catalunya.

Cuando alguien habla en nombre de todos, cuando una minoría quiere representar a una mayoría, sea en nombre de Catalunya, de España o de cualquier idea, se olvidan de la libertad y la igualdad, que son condiciones irrenunciables de todo proyecto político que podamos defender. La independencia de Catalunya no puede depender de la voluntad arbitraria de unos pocos sobre otros, generando confusión. Resulta un poco desconcertante que, una minoría independentista imponga unos criterios que dicen que sostenemos todos. Si, entendemos por libertad del ciudadano. como decía Kant, la capacidad «de no obedecer a ninguna otra ley más que a aquella a la que ha dado su consentimiento». Solo se podría hablar con certeza de que los catalanes quieren ser independientes o no, con un referéndum de independencia.

El expresident Jordi Pujol extendió un mantra durante años, de que es catalán quien “vive y trabaja en Catalunya” al que añadía la coletilla “y lo quiere ser”. Efectivamente hay millones de catalanes, de nacimiento y de acogimiento, pero no todos son independentistas. Catalunya es una tierra mestiza, miles de andaluces, murcianos, extremeños y ciudadanos de otros puntos del mundo que emigraron a Catalunya. En la cual muchos se han empeñado en hablar de dos comunidades distinguidas por motivos socioculturales y la lengua. Dos comunidades en las que se ha buscado el conflicto político que desembocó en el procés.

Los catalanistas son defensores de la identidad propia de Catalunya, en lo que respecta a la lengua, a la cultura y a su independencia. Pero, otros muchos  ciudadanos de Catalunya no catalanistas, tienen otra concepción del país en donde viven, más regionalista y autonomista. Algunos han intentado imponer un secesionismo partidario de la vía unilateral y del antiespañolismo. Parece que estar en contra de la independencia es ser un simple “botifler”o traidor a Catalunya. Tan malos son los conflictos del nacionalismo español como de nacionalismo catalán, son los mismos talibanes e integristas que hablan en nombre de los demás, haciendo una sociedad totalitaria.

Los partidos independentistas: ERC, Junts y la Cup han perdido más de 700.000 votos respecto a las últimas elecciones generales de 2019. Sin embargo la abstención ha crecido en Catalunya, cuatro puntos por encima del resto de España. Lo que puede ser una acción de castigo a los partidos soberanistas y un camino abierto a la lista cívica de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) o simplemente hartazgo de los catalanes al soberanismo y el apoyo al PSC, con 400.000 votos más. Lo que está claro es que en Catalunya, el PSC ha sido es el partido más votado con 19 diputados con un 34,49% de los votos, Sumar con 7  y el 14,03%, PP con 6 y el 13,34% y Vox con 2 y el 7,76%. ¿Cómo se puede imponer en nombre de Catalunya, ERC y Junts con menos de 900.000 votos? Una cosa es valorar los 7 diputados de ERC (13,16%) y los 7 de Junts con 7 diputados (11,16%) para la gobernabilidad de España y otra cosa muy diferente, que hablen en nombre de todos los catalanes. Aunque la única respuesta válida sería un referéndum, para saber la opinión de todos los catalanes y catalanas.

Deja una respuesta

error: Contenido protegido