El ultraderechismo ha vuelto a pedir respeto para sus votantes, exigiendo que se hagan valer sus votos en Aragón. Jorge Azcón, el líder del PP aragonés será presidente de la mano de Vox. La ultraderecha tendrá dos Consejerías en el nuevo Gobierno de Aragón: la de Desarrollo territorial, Despoblación y Justicia, que tendrá rango de vicepresidencia primera, y la de Agricultura y Ganadería. Y, por supuesto marcará la política de Aragón en los próximos años: derogando la ley autonómica de Memoria Histórica, ignorando el cambio climático, recogiendo la violencia machista, aunque equiparada a la intrafamiliar. Reformando la reforma de la Ley de Identidad y Expresión de Género (ley trans), suprimiendo políticas lingüísticas, recortando derechos sociales y favoreciendo a la sanidad y a la educación privada frente a la pública. Además, de la presidencia de las Cortes de Aragón, también para Vox, con una presidenta negacionista de las vacunas y del cambio climático y crítica con los medios de comunicación.
La palabra “igualdad” no aparece en todo el apartado, por lo que se desconoce si habrá algún órgano específico dedicado a luchar contra las desigualdades entre hombres y mujeres. Aprobarán el veto parental respecto a los contenidos extraescolares en los colegios. Reducción del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Aplicar de forma rigurosa el desahucio exprés en 24 horas de los ocupas. Aumentar la natalidad con el uso de “cheques bebés”… El ultraderechismo tiene la habilidad donde pacta, de condicionar ellos la política, reflejo de lo que sería un Gobierno de España del PP en coalición con Vox.
Ahora, solo queda Murcia. Donde López Miras, sigue vetando a Vox en la Región de Murcia, donde el PP ganó las elecciones y está a tan solo dos diputados de la mayoría absoluta, necesitando solo la abstención de Vox para poder gobernar en solitario. Al final, pasará lo mismo que en Extremadura y seguro que desde Génova, convencerán a López Miras para formar gobierno con Vox. Entonces el PP ya no podrá disimular lo que quiere para España. Y, los españoles podrán decidir, si quieren progreso y libertad o el retroceso en derechos.