El neofranquismo está en la sociedad.

El neofranquismo está vivo en la extrema derecha y en parte de la derecha del PP, está vivo en nuestra sociedad porque nunca fue aniquilado del todo. La extrema derecha se ha adueñado del relato histórico del franquismo. Su movilización de la nostalgia y su fascismo provocador ante la izquierda son tácticas políticas muy pensadas y muy efectivas. Pero, la herencia del franquismo no se encuentra limitada a Vox y a algunos sectores radicalizados del PP, está en la sociedad. Hoy 48 años de la muerte de Franco, sigue habiendo vivas al dictador, banderas y saludos fascistas en nuestras calles. Nuestra sociedad ha evolucionado y se ha transformado, pero aún queda en las élites económicas, las élites políticas y las élites eclesiásticas una complicidad, un conservadurismo, una nostalgia sobre tiempos pasados. Pero, lo más grave es que el neofranquismo está vivo en jóvenes que nunca conocieron el franquismo, que apenas lo estudiaron en el colegio y que están convencidos de que puede ser una alternativa a nuestra democracia.

Santiago Abascal no es la redición de Franco, pero dice lo que muchos pensaban y no se atrevían a decir. Una extrema derecha que crece más en Europa, que ha dejado de ser marginal y aislada, que es parte importante para la gobernabilidad en algunos países. Una extrema derecha que se ha reinventado y que está orgullosa de su pasado franquista. Una extrema derecha que ha llegado a normalizarse en la sociedad y que termina por ser legitimada. Donde desde el nacionalismo español, el machismo, el racismo y la xenofobia están encontrando adeptos y votantes, quizás sean un anacronismo, pero son una realidad peligrosa. Siempre han estado entre nosotros, se disfrazaron de derecha tradicional, pero aunque camuflados, siempre estuvo la extrema derecha y sus posicionamientos. Porque en la Transición se quedaron muchas por hacer y muchas de esas cosas siguen quedando hoy por hacer.

Los 40 años de la dictadura de Franco no se borran con la Transición, que no fue perfecta, donde heredamos la monarquía del rey Juan Carlos I por imposición de Franco, donde su compromiso con la democracia fue una forma de garantizar la supervivencia de la monarquía. Donde la amnistía del 15 octubre de 1977 fue un fraude a la sociedad española, porque no solo sirvió para dejar en libertad a los presos políticos contra el franquismo, sino que se aprovechó para perdonar todos los crímenes durante la Guerra Civil y la dictadura. El franquismo fue exculpado de los crímenes de guerra, de los campos de concentración, de la represión durante la dictadura franquista. Por eso, ahora vivimos un realce del neofranquismo, porque nunca tuvieron su juicio. Mientras Franco empleo los  juicios sumarísimos de la posguerra, como principal mecanismo de la justicia militar, para poner en práctica la represión contra el enemigo, la sociedad española prefirió una ley del olvido y la concordia. Ahora, 48 años de la muerte del dictador, 87 años del comienzo de la Guerra Civil, son los mismos, con diferentes caras y diferente tiempo, pero con la intransigencia y el odio de nuevo, en sus actitudes y palabras.

Deja una respuesta