El dedazo es una regla no escrita en política pero que la utilizan todos los partidos, consiste en que un político o servidor público designa a su sucesor o colaborador sin seguir ningún proceso democrático o concurso de valoración de aptitudes. El dedazo es tan viejo como el día que Calígula nombró cónsul de Bitinia a su caballo Incitatus, en una actitud de claro menosprecio hacia las instituciones y senadores de Roma.
Con el dedo se ha destituido a Tomás Gómez Secretario General del Partido Socialista de Madrid (PSM), que era el candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, sin celebrarse ningunas primarias internas, ya que los otros dos aspirantes a este puesto, habían quedado muy lejos de conseguir el 10% de los avales que se necesitaban para concurrir a este proceso interno. Por sus desastrosos resultados electorales pasados y encuestas actuales, por los casos de posible corrupción (sobrecoste tranvía de Parla y estrechos colaboradores relacionados con la Operación Púnica) ha sido destituido por Pedro Sánchez, secretario general del PSOE.
A dedo se han inventado un proceso de consultas a los militantes del PSM, en unas asambleas, sin derechos a primarias, porque supuestamente no hay tiempo para convocarlas. Con escasa participación se ha aceptado el candidato que ha designado el aparato, en este caso Ángel Gabilondo, parece que los partidos no creen en la democracia interna y les gusta que sus líderes sean elegidos a dedo, se critica a la monarquía y nuestros políticos escogen a sus sucesores dinásticos.
También a dedo se hacen las listas electorales, listas cerradas en las que si se presentará un caballo como Incitatus, también saldría escogido. Hay falta de transparencia, la democracia necesita de políticos elegidos en primarias e introducir listas abiertas en las elecciones, los ciudadanos votarían a las personas que ellos mismos elijan y no a una lista cerrada de nombres elegidos a dedo por la cúpula del partido, las listas abiertas acercan más a los políticos a los ciudadanos, obliga a los representantes políticos a trabajarse el voto e incluso permite votar a candidatos que aparecen en distintas listas o partidos.
Delegar la política solo en los políticos no es suficiente, la democracia se ejerce cada día por cada uno de nosotros, hay que actualizar las formas de participación política, no significa que todo lo que ha existido hasta ahora no vale, la experiencia acumulada es un activo que debemos aprovechar, pero en la regeneración democrática el dedazo no sirve, porque necesitamos políticos comprometidos, personas que crean en lo que hacen y que estén dispuestas a defender aquello en lo que creen.