Utilizar el nombre de Venezuela.

Cuando hablamos de Venezuela hay que aceptar que existe un caos importante, que hay falta de muchas cosas, tanto materiales como de libertades. Pero, hay que aceptar que también hay una desinformación subjetiva, planificada e interesada sobre Venezuela. Decía Abraham Lincoln: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.»

No se trata de ver quiénes son los buenos y los malos, desde la muerte de Chávez, todo ha ido a peor. Y, Venezuela necesita escoger democráticamente su futuro. A la derecha española parece que les preocupa hablar sobre un país que, lejos de preocuparles, abordan su drama porque les proporciona réditos políticos y lo utilizan para atacar a Podemos. Aunque, quizás éstos deberían replantear también, su posición y opinión con respecto al gobierno de Venezuela.

Utilizar solo el nombre de Venezuela, que tiene deficiencias democráticas y falta de libertades como otros países de Centroamérica, países africanos y asiáticos es hacer demagogia e hipocresía. Cuando se habla de una dictadura, hay que hablar de las demás; cuando hay matanzas o guerras civiles no se pueden obviar el resto… Pero, no podemos engañar de que Venezuela sea el único país en condiciones similares.

El no intervencionismo de España en los asuntos internos de Venezuela, la no injerencia, el no defender un golpe de estado en toda regla, ni defender a personas como Lilian Tintori, mujer del preso político Leopoldo López, ese al que tanto defiende la derecha española, para atacar a Podemos no es la solución. Hay que apoyar las iniciativas de diálogo y mediación con el fin de preservar la estabilidad y las instituciones democráticas en Venezuela. El presidente Nicolás Maduro fue democráticamente elegido y el próximo presidente democrático de Venezuela tiene que ser elegido en las urnas, buscando una mediación entre el gobierno de Maduro y la oposición.

Y, como dijo Simón Bolivar en la Carta de Jamaica, dirigida al inglés Henry Cullen, donde hacía un análisis de la situación política de la región y de las causas de la guerra contra el imperio español: “Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria.” Esperemos que el deseo del libertador de la República Bolivariana de Venezuela se cumpla: libertad.

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