La reforma de la Constitución en 38 años, sólo ha habido 2 reformas y además impuestas por la Unión Europea, la reforma que se hizo en 1992, para que los extranjeros pudieran, además de votar, ser elegidos en las elecciones municipales. Y, el otro cambio es la modificación del articulo 135 que se hizo en 2011, por la que se privilegia el pago de la deuda pública frente a cualquier otro gasto del Estado en los presupuestos generales.
La Constitución de 1978 sirvió para encauzar la acción política en España, después de tantos años de dictadura, marcó unas pautas como la Monarquía Parlamentaria como forma política del Estado, la soberanía del pueblo español, la protección social y económica de todos los españoles, la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley… Sirvió para consolidar la democracia en España. La Constitución no es mala, pero ha faltado la voluntad y el acuerdo entre los partidos políticos para reformarla en estos años. Todas las constituciones democráticas del mundo se actualizan y se reforman.
Se hizo una Constitución pensada para hace 38 años, para los partidos de entonces y un situación completamente diferente a la de ahora. Se aceptó la monarquía parlamentaria, se improvisó con la fórmula nación/nacionalidades/regiones, se apuntaló el sistema de partidos basado en en el bipartidismo. Se creó un Senado como cámara autonómica que no sirve para nada… Ya es hora de cambiar, no es necesario cambiar todo, pero la mejor forma de defender la Constitución es reformándola.
Es necesario, solucionar el tema territorial, apostar por el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado y por el derecho a decidir; reformar el Senado para convertirlo en una verdadera cámara de representación territorial. Decidir si los españoles queremos una monarquía o una república. En caso de seguir como monarquía, acabar con la discriminación por razón de sexo que establece la Constitución, que en virtud del artículo 57.1 da prevalencia al varón sobre la mujer en la sucesión al trono. Cambiar la ley electoral para que el sistema sea más proporcional. Que los derechos sociales, como la vivienda, la salud, el trabajo, las pensiones, la seguridad social sean tan importantes como los derechos civiles y políticos. Que se creen más herramientas democráticas para que la democracia sea algo más que votar cada cuatro años.
Hemos de perder el miedo a una reforma de la Constitución, en 38 años nosotros hemos reformado nuestra casa: hemos comprado muebles, hemos pintado unas cuantas veces. Nos hemos operado, cambiado de trabajo, de ciudad, de partido e incluso de pareja. Eso, se llama evolucionar, mejorar… Por eso no entiendo el miedo a cambiar, a reformar la Constitución. A cambiar aquellos asuntos que afectan a la indisoluble unidad de la nación española y al jefe del Estado, el rey. Las líneas rojas se deben traspasar, si queremos una Constitución para todos.