Están de moda las redes: las sociales y ahora las clientelares. Quizás han existido siempre esas redes en la política, como una forma de intercambio de favores, en el cual los cargos políticos conceden prestaciones, para conseguir apoyo electoral o viceversa, empresarios que dan dinero o regalos a los políticos para obtener licitaciones. Las redes clientelares las usan los partidos políticos como herramientas para conseguir poder e influencias en la vida pública y empresarial. En definitiva, servirse del dinero de los ciudadanos y la confianza en las instituciones para conseguir beneficios económicos.
Las redes clientelares son el principio de la mayor parte de los casos de corrupción en la política, todos los políticos pertenecen a una red de este tipo, aunque esto no signifique que todos los políticos cometan irregularidades o hagan corrupción. La permanencia en el poder durante mucho tiempo de un mismo partido y el bipartidismo ayudan a que las redes clientelares siempre estén compuestas por las mismas personas.y generen corrupción en la clase política.
Quien llega a la política, llega libremente y se supone que entra por vocación de servicio y con deseos de cambiar la sociedad. No por intereses personales.y económicos, aprovechándose del sistema democrático y las organizaciones políticas en beneficio propio. Los que quieran ganar dinero tienen a su disposición el sector privado, pero no utilizar la política para hacerse ricos con el dinero de todos los ciudadanos. Por es tan importante romper con el bipartidismo, tener control y total transparencia.
En una sociedad todo lo que significa movimiento y cambio, significa dinero. Recalificar terrenos, vender suelo público, construir colegios, hospitales y autovías, organizar eventos populares, adjudicación de servicios. Permite que algunos empresarios se entiquezcan a costa del trato de favor de algunos políticos y dichos políticos que gobiernan las instituciones se beneficien de los regalos y el dinero que les dan dichos empresarios.
Ahora estallado de nuevo la trama de corrupción y supuesta financiación ilegal del Partido Popular de la red Púnica, especializada en el cobro de mordidas para favorecer desde distintas instituciones a empresas privadas, tiene ya más de 90 imputados, decenas de ayuntamientos y a cuatro autonomías (Madrid, Castilla-León,Valencia y Murcia). La supuesta trama delictiva, cuyos dos principales cerebros eran Francisco Granados, exsecretario general del PP de Madrid, exconsejero autonómico y exsenador; y su amigo constructor David Marjaliza, tiene todas las derivadas posibles de una red clientelar. Hay vehículos de alta gama, zulos para ocultar dinero, sobrina millonaria, masajes y mucho,mucho dinero. Comentarios poco edificantes, diputados que se «tocaban los huevos». En definitiva, vergüenza ajena que siento yo, pero que parece no conocen muchos de nuestros políticos.