Presunción de inocencia.

El derecho a la presunción de inocencia es un derecho fundamental, que figura en el artículo 24.2 de la Constitución Española. Eso supone que toda persona es inocente hasta que se demuestre su culpabilidad, que deberá ser en un Juicio con todas las garantías establecidas por la ley. Tenemos la mala costumbre de hacer valoraciones y justificaciones, por las que un individuo o un grupo, considera una creencia o teoría a partir de unos hechos aún no juzgados.

Se habla de “presunto” porque aún no se ha verificado su culpabilidad. Muchas veces escuchamos, leemos noticias sobre hechos que parece evidente la culpabilidad: asesinatos, violaciones, abusos a menores… Pero, hacen falta las pruebas para demostrarlo y además hace falta el veredicto de un juicio donde esa persona o personas tendrán derecho a la defensa y donde el Ministerio Fiscal tiene que demostrar la culpabilidad.  

Parece que la política se ha contagiado en ese proceso de crispación, ruido y mentiras, a la hora de formular valoraciones en forma de acusación. Por ejemplo cuando hablan de «golpistas», tanto el Partido Popular como Ciudadanos, refiriéndose a los líderes del «procés». Hasta Felipe González, expresidente del Gobierno, ha tenido que corregir hoy, a los que así piensan diciendo: » los que están en prisión y los que están fugados son todos presuntamente inocentes hasta que no sean condenados en firme.»

De momento solo hay unas penas, todo el mundo tiene derecho a la libertad de expresión y no se trata de ponerle límites, sino de reforzar la democracia, porque de momento, toda persona es inocente hasta que se demuestre su culpabilidad. Pueden Partido Popular y Ciudadanos, seguir expresando sus ideas y valoraciones, pero con ello no contribuyen en absoluto a la construcción de la verdad, porque la decisión y la sentencia siempre será a cargo de los jueces. No es censurar las ideas contrarias
es tratar de no llegar al límite, porque eso empobrece el proceso democrático y solo genera enfrentamientos y odio. Es difícil introducirse en los arcanos de la Justicia y comprenderla a veces, además es lenta, pero al final dicta las sentencias a los presuntos culpables sobre su culpabilidad o no, de momento respetemos la presunción de inocencia.  

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  1. Andrés Marco Lou

    Golpistas y fascistas, dos términos que se repiten en exceso y con cierta banalización en el Congreso de los Diputados. Hasta llegar hoy, a la mala educación, a la bronca, al insulto, al supuesto esputo del diputado de ERC, Josep Salvador al ministro de Exteriores, Josep Borrell, mientras abandonaban el hemiciclo tras ser expulsado Gabriel Rufián por la presidenta Ana Pastor.

    Se equivocan las diputadas y diputados de que han sido escogidos para esto, es vergonzante que todo el mundo busque su minuto de gloria en los informativos y en las redes sociales faltando el respeto y tratando al adversario como un enemigo. Es complicado sentirse representado por sus señorías, cuando su falta de argumentos se suplen con bronca y con comportamientos más propios de parvulitos que de personas adultas. Como Joan Tarda contra Albert Rivera: «Señor Rivera, usted es una vergüenza. … cada vez que nos llame a nosotros golpistas, les diremos fascista» Y, el mantra permanente por parte del Partido Popular y Ciudadanos de llamar «golpistas» a los diputados de ERC,PDeCAT y a los líderes del «procés».

    Ni son unos «golpistas» por los hechos acaecidos los días 20 de septiembre y 1 de octubre de 2017 en Catalunya, porque no hay delito de rebelión porque no hay un alzamiento público y violento. Ni delito de sedición, porque no hubo ningún alzamiento tumultuario con la finalidad de evitar el cumplimiento de la ley, que no fuera el derecho de manifestación. Pero, de momento, por el derecho a la presunción de inocencia, no son «golpistas». Ni tampoco son «fascistas» el Partido Popular y Ciudadanos, aunque están peleando con Vox, en busca de esos votos de «fascistas» afines a la dictadura y eso les hace endurecer sus mensajes. De momento mucho ruido, mucha crispación, poca educación y nada de respeto a los que ayudamos a escoger a sus señorías con nuestros votos…

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