Quizás hablar de compromiso en la actualidad, puede parecer un poco desfasado, cuando en estos tiempos todo va tan rápido, nada es para siempre y los valores nos los cambian. Me refiero al compromiso personal, al compromiso con uno, el que te ayuda a crecer y te hace evolucionar. Buscando lo que se quiere y trabajando para conseguirlo, siendo un aprendiz de la utopía para intentar convertir los sueños en objetivos, en dejarse de lamentar e intentar cambiar lo que no nos gusta. Sin miedo a la critica, ni al fracaso, disfrutando de cada pequeño logro. Por eso sigo escribiendo en este blog, no con afán dogmático, sino con espíritu critico, siendo todo lo objetivo que nos permite a cada uno nuestra subjetividad. Por eso en estas lineas intento mostrar, también, mi compromiso social y político.
Mi compromiso va más allá, de a quien le doy mi voto, que creo que no le interesa a nadie y sigo manteniéndolo en secreto. Voto a un determinado partido político, aunque quizás no es el que colma todos mis principios, pero que está más cerca de mis ideales que otros. Prefiero votar a un determinado partido que emitir un voto en blanco, un voto nulo o la abstención, como manera de mostrar mi desacuerdo o incluso la indignación con la forma de gobernar de los políticos. Nuestro compromiso debe estar en la resolución de nuestras necesidades urgentes e inmediatas, y si los partidos no son capaces de dar soluciones, deberemos ser nosotros como sociedad civil los que busquemos nuevas alternativas para ejercer una presión política en organizaciones civiles y movimientos ciudadanos de todo tipo, para exigir que los partidos políticos cumplan el compromiso de mejorar la sociedad.
Poco a poco, se ha ido deteriorando la credibilidad ciudadana en la política en general y en las instituciones en particular. Se han de buscar formas de fortalecer dicha credibilidad, de luchar contra el desencanto, de impulsar un proceso de replanteamiento en las formas y en el entendimiento entre las diversas fuerzas políticas. Neutralizar las fuerzas populistas de la extrema derecha, desterrando su afán autoritario, machista, xenófobo y homófobo. Buscar resultados positivos en lo social y lo económico. Porque la política debe solucionar los problemas de hoy, pero también evidenciar su capacidad de legislar con visión de futuro y pensando en el bien común. La política debe ser evolución, debe definir nuevas formas de relación de la ciudadanía con los gobernantes, fortaleciendo la libertad y la democracia. Y, para eso estamos nosotros, cada uno de los ciudadanos y ciudadanas, la sociedad civil en general para cambiar las cosas.