No somos libres.

La sesión parlamentaria del 12 de mayo de 2010, el jefe del Gobierno Zapatero anunció uno de los ajustes económicos más impopulares y dolorosos de la democracia, decidió el tijeretazo a la fuerza, porque le obligaron otros gobiernos de la Unión Europea. La presión de los mercados había conducido a España a una etapa de ajustes y recortes de varios años. Se demostró que no somos libres, ahora la decisión democrática del pueblo griego en un referéndum tampoco ha servido para nada.  Todos ansiamos la libertad, nos creemos que somos libres, cuando no lo somos, nuestra libertad está condicionada por muchos factores y el más importante es la sociedad en la que vivimos.
Además, no somos libres si tenemos deudas, si tienes dependencia económica. Alexis Tsipras tenía el refrendo de su pueblo para intentar negociar, para buscar lo mejor para su país. Pero, tras las negociaciones en Bruselas, ha tenido que claudicar y aceptar un paquete de medidas mucho más duro que el acuerdo que tenía prácticamente hecho con los acreedores antes de convocar el referéndum. Para el miércoles Tsipras tendrá que aprobar en el Parlamento subir el IVA, aplicar una reforma de las pensiones  y poner en marcha la directiva europea de resolución bancaria. Sólo si Grecia legisla en ese sentido, los Gobiernos europeos darán a continuación un mandato a la Troika para iniciar un tercer rescate que solo servirá para pagar la deuda y convertirse en un país mártir y condenado a una muerte lenta y dolorosa.
La rebelión, la osadía de Grecia ha sido aplastada por Alemania y la aquiescencia del resto de países. No hay quitas, no hay reestructuraciones ventajosas, Tsipras ha tenido que aceptar lo peor para el futuro de Grecia, solo para que permanezca en el euro. Un aviso para navegantes, para el resto de países que crean en la libertad, porque la libertad no existe si se tienen deudas. Solo nos quedan recortes y recesión garantizadas para la mayoría del pueblo y escuchar de nuestros gobernantes que ya estamos saliendo de la crisis. No se puede engañar por sistema. mentira tras mentira y engaño tras engaño. La deuda y la crisis se han convertido en una excusa para que los ricos sean más ricos y los demás seamos cada día más pobres.

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