No al 2% del PIB para armas.

NO al compromiso adquirido con Estados Unidos y la OTAN de aumentar el gasto militar al menos el 2% del PIB. No a aumentar el gasto en Defensa para “estar preparados para futuras amenazas”. No a doblar la cifra de gasto militar. No a priorizar el gasto militar en un momento de crisis social. No al aumento del gasto militar con el pretexto de la  guerra de Ucrania y el peligro potencial de Rusia. No a un aumento del gasto militar que no cuenta con el visto bueno de los socios de legislatura y que solo puede se puede aprobar los presupuestos con el apoyo de la derecha. No a la máxima latina «Si vis pacem, para bellum», que significa «Si quieres la paz, prepara la guerra».

La OTAN es una organización que surgió tras la firma del Tratado de Washington en 1949 como respuesta a la situación planteada por la pasada Guerra Fría. La OTAN ha pervivido a pesar de no existir el tradicional enemigo comunista, pero la guerra de Ucrania ha puesto en valor la función de la Alianza Atlántica, el papel de los Estados Unidos y la cooperación con el resto de países. El Gobierno tendrá que invertir un total de 23.000 millones de euros al año para cumplir con el compromiso del 2% que exige la Alianza, comparado con los 11.729 millones que se destinan actualmente a Defensa. El mayor interesado y beneficiado de que se aumente la participación económica del resto de países es Estados Unidos, para reforzar la lucha conjunta contra el terrorismo internacional y la nueva guerra fría contra Rusia y China.

El conflicto bélico entre el Este y el Oeste no llegó a producirse jamás. Se nos vendió un proceso pacífico a partir del cual se creó un nuevo orden global, lo que se pretende ahora es reforzar dichos acuerdos internacionales y la inclusión de países a la OTAN como Ucrania. Además, de Suecia y Finlandia, que aunque han sido históricamente neutrales y luego no-alineados, están ya muy cercanos a la OTAN. Nos quieren convencer de que esta nueva estrategia militar es para sobrevivir de una tercera guerra mundial o de una apocalipsis nuclear. Esos hombres y mujeres que han asistido a la cumbre de la OTAN en Madrid, solo barajan una serie de opciones para reforzar el gasto en Defensa y evitar la guerra. Estamos ante el desafío de un cambio radical de principios e instituciones que acercan cada vez más la OTAN a la frontera de Rusia.

Estamos en una nueva remodelación del mundo capitalista, contra Rusia y China, adaptando los países a una nueva Guerra Fría. Donde la nueva etapa de libertad y paz duradera, se basa en el compromiso de prepararnos para la guerra. Y, que la idea incipiente de la estabilidad, sea aportar más dinero para la Defensa. Estados Unidos está presionando con renovada urgencia a favor de una OTAN cada vez más fuerte, donde ellos son los grandes beneficiados económicamente. No a doblar el presupuesto en Defensa, por un Artículo 5 que nos protege de un supuesto ataque armado a Ceuta o Melilla y que sería considerado como un ataque dirigido contra el resto de potencias. No a gastar 11.271 millones anuales más en Defensa y por supuesto menos en el resto de partidas, como educación, sanidad o infraestructuras. ¡No a la OTAN!

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