Monarquía parlamentaria o república

Monarquía parlamentaria o república. Hay países que son monarquías parlamentarias y otros son repúblicas. Y, que por tener reyes como jefes de Estado no tienen estos países, democracias más avanzadas, ni un mejor nivel cultural ni económico que las repúblicas. Los ciudadanos de un país, deberían de tener el derecho de escoger si desean monarquía parlamentaria o república, el derecho de seguir o no manteniendo, un símbolo ornamental como la monarquía que no goza de ningún significado práctico para el gobierno y el bien común de los ciudadanos. Porque las monarquías no provienen del derecho divino, al igual que los políticos, no son íntegras e impecables todas las veces, ni ejemplares en todas y cada una de sus actuaciones, ni transparentes… Pero, a los políticos se les escoge y se les puede cambiar, a la monarquía ni se les escoge ni nos dejan cambiarla.

Después de más de 40 años de dictadura franquista, la monarquía volvió a España con Juan Carlos I como rey, por voluntad expresa de Franco, saltándose la continuidad dinástica. El 22 de julio de 1969, y en virtud de la Ley de Sucesión de la Jefatura de Estado de 1947, Juan Carlos fue propuesto como sucesor de Franco a título de rey y juró guardar y hacer guardar las Leyes Fundamentales del Reino y los principios del Movimiento Nacional. La legitimidad de la monarquía no viene de la Constitución, procede de las leyes franquistas o más concretamente de Franco.

Juan Carlos I, pasó a ocupar la Jefatura del Estado una vez muerto Franco el 20 de noviembre de 1975. El Jefe de Estado no juró la Constitución de 1978, que institucionalizaba la monarquía en un sistema parlamentario, donde el rey ejerce la función de Jefe del Estado bajo el control del poder legislativo y del poder ejecutivo. Así pues, Juan Carlos I, juró defender los principios del Régimen franquista, pero no los principios de la Constitución del 78.

El 2 de junio de 2.014 Juan Carlos I abdicó. No fue un proceso de grandeza política ni institucional, fue un proceso de renuncia a la Corona de España por sus equivocaciones, por sus escarceos extraconyugales, por los presuntos casos de corrupción de su familia, por sus achaques de salud y sobrepasado por la realidad de la sociedad española.Treinta y nueve años después Felipe VI, hijo de Juan Carlos I, juró (sin Biblia) seguir los principios de la Constitución de 1978.

Juan Carlos I Rey de España por voluntad expresa de un dictador «como el legítimo heredero de la dinastía histórica española».  Felipe VI Rey de España por ser el primer hijo de Juan Carlos I y por tanto el primero en la línea de sucesión a la Corona y Jefatura del Estado. Partamos de que lo importante es la Democracia y que con los dos sistemas monarquía parlamentaria y república pueden convivir en democracia, pero es más lógico en un Estado actual, moderno y donde impera el pleno Derecho, que sean los ciudadanos los que escojan a su máxima magistratura.

La democracia tiene por principio consagrar el gobierno del pueblo por y para el mismo pueblo, sin otros ingredientes medievales que conviertan en Rey a una persona por cuestiones hereditarias, sin ninguna explicación lógica. Es lo mismo, que si el presidente de su comunidad de vecinos, tiene un hijo y en el futuro, sin tener en cuenta la opinión de los vecinos, se convierte en el presidente de la comunidad de vecinos. ¿Lo encontraría lógico?

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