Ahora, aparece en la sociedad del Primer Mundo, el término de los nuevos pobres, esas personas integrantes de la clase media que por culpa de la crisis económica,»los mercados», la corrupción de los gobernantes y las medidas políticas han caído por debajo de la línea de pobreza. Nuevos pobres que pierden sus ahorros, su piso y que no tienen para dar de comer a sus hijos, con problemas de malnutrición.. Esos nuevos ciudadanos y ciudadanas pobres que no tienen trabajo y también aquellos que lo tienen pero que debido en buena parte a los bajos sueldos, la precarización, la reforma laboral y la desprotección en el mercado de trabajo son cada vez más pobres.
Parece como si la pobreza fuera un tema menos importante que la libertad, la justicia y la igualdad. El problema de la pobreza, más que un asunto económico, es un asunto ético, un asunto moral. El pesimismo no nos lleva a ninguna parte, pero es imperdonable a todos los niveles, que se esté acabando con la sociedad del bienestar, para despertarnos cada día peor. La desigualdad económica,es la que tiene que ver con la producción y distribución de la riqueza, es la que existe entre el más rico y el más pobre. Lo mismo sucede con el concepto de pobreza, se es pobre en comparación con el que es rico.
El sistema capitalista es el que con sus sistemas de producción genera riqueza y desigualdad en dicha distribución, aunque los países socialistas tampoco fueron capaces de eliminar la desigualdad. Tenemos en peligro, esa clase media, compuesta por millones de personas que caen en la pobreza en el momento que dejan de percibir parte o toda su retribución o ganancia. Se ha producido la incorporación al mundo de la pobreza de grupos que anteriormente, no estaban en ella y que tradicionalmente han conformado la imagen social del pobre. Todos estamos expuestos a pertenecer al grupo de los nuevos pobres si no lo estamos ya…