La guerra olvidada de Ucrania.

Cuando una guerra no aparece en las noticias, se convierte en una guerra olvidada, como la de Ucrania. Una guerra eclipsada por la guerra de Israel o incluso por otras noticias, pierde el «trending», la relevancia, la difusión, pero siguen muriendo personas, sigue existiendo. Desde que existe la televisión y ahora las redes sociales, la realidad que nos rodea es diferente. Nos hemos acostumbrado a ver los movimientos de población,  la destrucción, las muertes en directo, como si fuera el escenario de un videojuego o la historia narrada de una película. Lo vemos en la televisión en el momento de las comidas; en nuestro dispositivo móvil, a través de internet, supone la multiplicación
de fuentes, oficiales y no oficiales, las versiones alternativas, la posibilidad del bulo y el rumor, la posibilidad de participación de los individuos, que se expresan sin restricciones.

Vemos niños asesinados, ciudades arrasadas, flujos de inmigrantes, destrucción, pobreza, crueldad… Nos mantenemos impertérritos, como actores secundarios que no tenemos nada que ver, ni hacer, con lo que está pasando. Los medios de comunicación y las redes sociales han ampliado nuestro mundo y a la vez lo han reducido a lo que nos informan y nos dejan ver. Las guerras parece que se adapten al lenguaje de los medios. A veces, parece que las cámaras estén en el lugar justo en el momento adecuado, casi en directo, como el atentado del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas de Nueva York; la caída de la estatua de Sadam Hussein el 9 de abril de 2003, en el centro de Bagdad, Irak; o el relato en directo por televisión de las guerras de Ucrania y Rusia o de Israel en la Franja de Gaza.

Cuando pasan unos días sin noticias, parece que el conflicto se ha acabado, es una guerra olvidada, pero no es así, la guerra de Ucrania continua. Desde que comenzó la guerra el 24 de febrero de 2022, no hay cifras oficiales, pero se habla de más de 280.000 muertos y  800.000 heridos, entre rusos y ucranianos. De más de medio millón de ucranianos que viven exiliados fuera de Europa, de más de 3 millones que se han desplazado dentro del propio país. Donde Rusia está probando armamento nuevo, como un nuevo misil balístico intercontinental y siempre con la amenaza de llevar a cabo un ataque nuclear. Además, han firmado un tratado militar estratégico, entre Rusia y Corea del Norte el pasado junio, que entre otras medidas, obliga a ambos países a suministrar asistencia militar inmediata si uno de los dos está atacado.

Ahora, solo queda esperar que Rusia esté lista para negociar y hacer concesiones sobre Ucrania, cuando se reúnan Putin con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, un conflicto que prometió acabar en 24 horas. Las guerras por los medios de comunicación, han cambiado la forma en la que el mundo puede ver las guerras y su incidencia. Pero, el periodismo estructura las noticias siempre en orden cronológico, anteponiendo siempre la actualidad, relegando lo que no es última noticia, la guerra de Ucrania ha sido quitada de las portadas por la guerra de Israel y se ha convertido en una guerra olvidada. Porque, por desgracia, hay  más guerras que no parecen tener fin y que, en muchas ocasiones, son también olvidadas a nivel mediático, como la guerra de Yemen desde 2014 y la guerra de Sudán, desde 2023.

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