Los griegos han optado por el cambio, la desesperación gana en Grecia, porque Syriza no tiene la varita mágica pero tiene claro que el coste de la crisis no puede recaer en los parados, los pensionistas y, en general, las rentas medias y bajas. La crisis no puede pagarse con los impuestos de unos pocos, mientras que los más ricos se van al extranjero con sus ahorros.
Syriza ha obtenido el 36,4% de los votos,149 escaños,a dos escaños de la mayoría absoluta. Syriza un partido entroncado en las tradiciones de la Izquierda y del Movimiento Obrero griego, gobernará y se le pondrán miles de trabas para que su gobierno fracase. Grecia está al borde de la bancarrota, un 29% índice de desempleo, fuga de capitales, bajada de la bolsa y el aviso del Eurogrupo de que Europa no va a aceptar una quita de la deuda.
Las soluciones de Syriza en economía: elevación del salario mínimo, subida de pensiones, anulación del despido de funcionarios, el programa urgente contra la pobreza, nacionalización de empresas, serán medidas que supondrán un elevado gasto público, lo cual empeorará la situación económica mejorando de momento la situación social. El coste de este tipo de medidas, difícilmente serán financiables con la subida de impuestos, la lucha contra el fraude fiscal y la supuesta recaudación procedente del crecimiento y la creación de empleo.
Grecia necesita ayuda, la gran pregunta es saber si Syriza será capaz de negociar una quita de su deuda con la troika, para mitigar los problemas económicos de Grecia. Pero, solo recortando parte de lo que se debe, alargando el plazo de devolución de préstamo o reduciendo el interés a pagar son las únicas soluciones que pueden salvar a Grecia y también a España. Solo hace falta voluntad política. No sabemos si tendrán que envainarse sus principios y que la Unión Europea acceda a desembolsar un tercer rescate, porque las previsiones de Syriza no son nada reales.