La demoscopia es la rama o disciplina de la ciencia política y de la sociología dedicada al estudio de la opinión pública, mediante sondeos de opinión, muestreos o entrevistas para conocer la opinión de un colectivo de personas, que funciona sólo conforme a rasgos estadísticos. Si la demoscopia se aplica a procesos electorales, es posible obtener, comprobar y dar a conocer predicciones de cómo será el voto de los posibles electores. Para que realmente sean de utilidad y sirvan para su propósito político, hay que pasarlo por la «cocina». El único organismo público en España es el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que ofrece la encuesta más conocida, pero no deja de ser una estimación en muchos casos errónea y con evidente sesgo político.
No importa a quién diga uno que va a votar, la demoscopia y su «cocina», interpretarán su idea con una multitud de variables, y que los expertos interpretan sus respuestas y variables. Cocinar supone aplicar métodos, técnicas y modelos de ajuste para estimar o pronosticar el comportamiento más probable, partiendo de la premisa que muchos encuestados no dicen la verdad. A los partidos políticos les preocupa que pueda influir en los resultados, pero tampoco se puede descartar el fenómeno, de que por confianza en el triunfo, no vayan a votar. Los medios de comunicación se han empeñado en hacer más encuestas que nunca e incluso «tranking» diario para comprobar potenciales variaciones en la intención de voto en el día a día.
Las encuestas siempre han sido favorables al PP, logrando entre 145 y 150 escaños. Los socialistas obtendrían entre 105 y 110 diputados en el Congreso, y quedarían en todos los casos a unos 40 escaños del PP. El hundimiento de Vox, que quedaría entre 26 y 29 escaños. De esta manera, la suma de PP y Vox podría lograr 179 diputados, necesitando obtener al menos 176 escaño para obtener la mayoría absoluta. Y, Sumar que crecería a costa del PSOE y obtendría entre 33 y 36 escaños, prácticamente calcado a los resultados de Unidas Podemos en 2019.
Ya no hace falta, que vayamos a votar. Todo parece que está decidido por la demoscopia. El Partido Popular gobernará con Vox y el PSOE será el perdedor de las elecciones. Ahora, nos falta saber la participación: si será baja o alta, a quién votarán los indecisos y conocer los que optaron por Sánchez en 2019 si cambiarán de papeleta hacia su izquierda, hacía la derecha o seguirán votando al PSOE. Nada está decidido, no debemos hacer caso de bulos virales que señalan un supuesto fraude electoral y un «pucherazo» en las elecciones generales del 23 de julio de 2023. Que la derecha aliada con la extrema derecha o la izquierda aliada con los que «quieren romper España» depende del valor de tu voto.