Intereses generales y particulares.

En una sociedad los ciudadanos y ciudadanas, no tenemos los mismos valores ni las mismas preferencias, por lo que difícilmente podemos aceptar que compartamos los mismos intereses. Todos tenemos una determinada visión de nuestros objetivos y eso condiciona nuestras preferencias, invocamos al interés general, por los objetivos y necesidades del conjunto de la sociedad, pero discriminamos o favorecemos a unos respecto a otros, por nuestros intereses particulares. Ahora, solo queda llegar a un entendimiento, llegar a un acuerdo entre ambas partes.

Tanto el interés general, como el particular pueden ser cambiantes y dependerán de las necesidades y condicionantes de cada momento, pero siempre deben prevalecer el bien común a los intereses particulares. En una sociedad pluralista, el conflicto comienza por la identificación y la decisión de lo que es general y particular por la clase política, lo que es de interés de todos los ciudadanos, determinando sus intereses y prioridades. La existencia de un interés general constituye una de las premisas básicas de la planificación democrática y para eso debe haber consenso, porque de lo contrario lo general se convierte en particular.

Lo general y lo particular, muchas veces es difícil de desligar, pero si priorizamos el interés de todos o de la mayoría de los ciudadanos y después los intereses personalistas o de grupo, hemos dado el primer paso. Porque el interés general se basa en cosas sencillas: proteger la salud y la educación pública; que toda persona tenga su puesto de trabajo y un sueldo digno; el derecho a una vivienda donde residir; ayudas a desempleados, a discapacitados, a personas mayores, la financiación de la Ley de Dependencia; el compromiso colectivo contra todo lo que pueda significar intolerancia y violencia; mejores transportes y vías de comunicación; aumento de becas; recuperación del subsidio para desempleados mayores de 52 años o el aumento del permiso de paternidad a ocho semanas… En definitiva, recursos económicos para el conjunto de la sociedad, para mejorar su desarrollo y calidad de vida

Es a través de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), donde se establecen esos límites máximos de gastos, estimación de ingresos durante el ejercicio, prestación de garantías y de endeudamiento. Después de muchos años de PGE austeros, el gobierno de Pedro Sánchez había presentado los Presupuestos más sociales de los últimos siete años, después de muchas negociaciones del PSOE y Podemos con los grupos independentistas catalanes, los han bloqueado. Hoy han antepuesto los intereses particulares y partidistas del PP, Ciudadanos, Esquerra Republicana de Catalunya y PDCAT, sumando sus votos, a los intereses generales de toda la ciudadanía.

Esta entrada tiene un comentario

  1. Andrés Marco Lou

    El rechazo a los Presupuestos Generales del Estado, significa que perdemos todos los ciudadanos y ciudadanas de España y también de Catalunya. No es una derrota del gobierno socialista, ni de Pedro Sánchez es la prevalencia de unos intereses particulares sobre los intereses generales de todos. Es la demostración, que las derechas españolas y los independentistas catalanes han votado conjuntamente, aunque por motivos diferentes.

    Que después de todos los comentarios, en las últimas semanas, de las supuestas cesiones del Gobierno a los independentistas, por parte del PP, Ciudadanos y VOX, no hay Presupuestos. El PSOE no ha querido transigir a las demandas de los independentistas, después de presentar las enmiendas a la totalidad por parte ERC PDeCAT, han preferido anteponer la Constitución Española a la aprobación de los PGE.

    Todo esto significará el adelanto de elecciones y haber perdido una oportunidad para el interés general de toda la sociedad, anteponiendo el interés particular de PP y Ciudadanos para forzar unos nuevos comicios y por parte de ERC y PDeCAT, de no votar a favor de unos Presupuestos, en el comienzo del juicio al «procés», por solidaridad con los encausados y por no ir en contra de sus ideas. Lo que más me molesta es la unión de las derechas españolas con los independentistas catalanes para bloquear unos Presupuestos, pensando solo en ellos y no en el conjunto de la sociedad. Al final, nadie gana y todos perdemos…

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