En la huelga de agricultores se mezclan muchos factores: están hartos de palabras y necesitan hechos que les permitan “soluciones para vivir dignamente” de su labor. Se ha juntado la nueva PAC, las sequías, la guerra de Ucrania que encareció la mayoría de inputs (abonos, fertilizantes, pesticidas, etcétera). Esto supone que los agricultores han tenido muchos gastos, que el precio de sus productos se encarezcan, dificultad para venderlos. Lo que supone una pérdida económica. La mayoría de agricultores respetan las normas medioambientales, pero también quieren que los productos importados las cumplan. Y, muchos pertenecen a las pued UPA, ASAJA y COAG que apoyan la huelga.
Los agricultores españoles después de los bloqueos de carreteras de los agricultores franceses, han decidido hacer fuerza también, para intentar conseguir concesiones del Gobierno. Miles de agricultores franceses se manifestaron durante dos semanas en todo el país en protesta por los bajos ingresos, las fuertes regulaciones, lograr mejores precios para sus productos, protecciones frente a los crecientes costes y la competencia de importaciones baratas. Habrá tractoradas en toda España este mes de febrero y meses siguientes, con unas reivindicaciones de los agricultores españoles basadas en una Política Agraria Común (PAC) mejor regulada, que se implemente de una vez por todas la Ley de la Cadena Alimentaria, que se disminuya toda la burocratización: aplazamiento de la entrada del cuaderno digital de explotación, la excepción de su aplicación para las pequeñas explotaciones agrarias y la compensación económica de los sobrecostes que su implantación ocasione.
En toda huelga, huelga del transporte o huelga de agricultores siempre hay elementos ajenos que intentan aprovecharse de los motivos reales de la reivindicación. En este caso la extrema derecha está intentando añadir a las reclamaciones legítimas, el negacionismo climático y el odio a la Unión Europea en un decálogo populista de 12 puntos que circula en grupos de WhatsApp, para trasladar su malestar a la Comisión Europea y Ministerios de los respectivos Estados. La extrema derecha ha visto la oportunidad de sacar rédito a todas las manifestaciones que se han producido en tantos países de Europa a la vez. Agricultores y ganaderos de la mano de la extrema derecha confunden sus objetivos e intentan utilizar sus protestas como disputa política y en contra de Pedro Sánchez.
La extrema derecha pretende derogar la derogación de la Agenda 2030, de la ley de bienestar animal, de las leyes ambientales y protección de especies, que atentan contra la agricultura, ganadería y zonas rurales o la imposición de aranceles a la entrada de productos extracomunitarios. Una cosa es que los agricultores puedan pertenecer a organizaciones agrarias mayoritarias o los productores y ganaderos españoles se agrupen de forma independiente y organicen movilizaciones con tractoradas a nivel nacional. Otra cosa muy diferente, es que la extrema derecha meta sus narices en el campo, no para defender los intereses de agricultores y ganaderos, sino su ideología, por ejemplo, oponerse tanto PP como Vox, a prohibir la venta a pérdidas.