En mayo de 1978 el Ministerio de Hacienda, promovió una campaña con el pretexto de que todos los ciudadanos españoles presentaran la declaración de la Renta y, además, lo hicieran sin defraudar. Con el lema «Ahora, Hacienda somos todos. No nos engañemos» se quiso hacer pedagogía entre la ciudadanía del deber de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos como necesidad para el mantenimiento del Estado. Tal como dice en el Artículo 31 de la Constitución Española: «Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio». Pero, resulta que muchos ciudadanos y sociedades, se olvidan de que es una obligación y no están dispuestos a colaborar a las arcas del Estado, aunque después presumen de su patriotismo y españolidad.
Este lunes ha aparecido la octava lista de morosos, que no han pagado a la Agencia Tributaria todo lo que deberían, todos los que deben a Hacienda más de 600.000 euros, en vez del millón de antes. 7.200 grandes deudores cuya deuda asciende a más de 18.200 millones de euros. Es decir, casi el equivalente a lo que España recibirá este año de los fondos europeos para la recuperación. Lo que demuestra que Hacienda no somos todos. El celo de la Agencia Tributaria no se aplica por igual a todos los contribuyentes, parece que se ha creado una veda a empresarios de altos vuelos, sociedades interpuestas, negocios opacos, profesionales con dobles contabilidades, cesiones familiares fraudulentas, creadores de dinero negro, … Que cuentan con una ingeniería fiscal y jurídica para no pagar a Hacienda y tener sus fortunas en paraísos fiscales y empresas offshore.
Parece que siempre tenemos que pagar los mismos, Y, que además mantenemos a los defraudadores, sean artistas, deportistas, empresarios o simplemente famosos. Y, también algún rey emérito. Que se hacen ricos gracias a todos nosotros y que encima no pagan a Hacienda. Los defraudadores son como los negacionistas, que nos quieren convencer que la tierra es plana, que no son necesarias las vacunas o que no es preciso pagar a Hacienda. No es justo que existan listas de morosos que no pagan todo que tienen que pagar, que Hacienda no ponga los recursos necesarios para poderlo cobrar y que el resto de ciudadanos y ciudadanas estemos totalmente fiscalizados. Son los ricos los que deben pagar más, no se puede aceptar un sistema fiscal para que los ricos paguen en menor proporción que sus empleados. Nos hemos de acostumbrar a pagar más por las rentas del trabajo, capital y consumo porque el estado del bienestar no es gratis, pero también que paguen todos…