La realidad es aquello que acontece de manera verdadera o cierta, pero muchas veces la realidad es lo que se percibe a través de los sentidos y en eso ayudan mucho los medios de comunicación a falsear una realidad a fuerza de repetir muchas veces una determinada imagen, escena o comentario. Vivimos en la repetición continua, vemos una y otra vez las mismas imágenes, escuchamos lo mismo y percibimos una realidad aumentada y exagerada que nos transmiten los medios de comunicación y las redes sociales. Parece, que además de informar se busca el morbo y el sensacionalismo para llenar espacios informativos y debates. No quiero decir que el trabajo no sea profesional, simplemente se ofrece una realidad que no es real del todo.
Barcelona, Catalunya ha sufrido 5 días de violencia, después de conocer la sentencia del Tribunal Supremo sobre el «procés», pero eso no significa que todo Barcelona sea una guerra campal, ni que la alteración de orden público sea generalizada, ni que se esté al borde de una rebelión. Para el Partido Popular es necesaria la aplicación de la Ley de Seguridad Nacional, para el partido Ciudadanos el Artículo 155 y para VOX el artículo 116 de la Constitución, declarando el estado de alarma, excepción y sitio en Catalunya. No quiero decir que no exista violencia, ni buscar excusas para ella y sobre todo condenar siempre la violencia sin matices. Que los Mossos d´Escuadra y el resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están para preservar la convivencia y garantizar el buen funcionamiento del Estado de Derecho.
Cuando hay un ataque de los violentos: cuando se quema una marquesina, se arranca una señal de tráfico, se rompe un escaparate, se desvalija un comercio, se tiran adoquines, se quema un vehículo, se lanza una bengala a un helicóptero de la policía… Hemos de analizar que estamos viendo en imágenes, una y otra vez lo mismo, que oímos los mismos comentarios repetidos y eso nos hace falsear la realidad. Barcelona ha sufrido la violencia de los cachorros nacionalistas, en un escaso kilómetro cuadrado de la ciudad: Via Laietana, Plaça d´Urquinaona, Passeig de Gràcia…, es decir el centro de Barcelona o en el centro de otras ciudades catalanas. Pero, la vida sigue normal en el resto de la ciudad y de Catalunya, se quiere ofrecer una realidad aumentada y poco real de una violencia que no es generalizada y por supuesto que no tiene nada que ver con todos los catalanes, ni siquiera los que se consideran nacionalistas.
Falsear es también comunicar cosas ciertas, que no son falsas, repetirlas una y otra vez hasta que los telespectadores, oyentes o lectores perciban una realidad diferente a la real. En Barcelona hoy han confluido cinco marchas independentistas en una masiva manifestación para protestar por la sentencia del «procés» con más de medio millón de asistentes, según la Guardia Urbana. En paralelo a la concentración principal se han producido graves disturbios y cargas en una manifestación alternativa de estudiantes y antisistema. Lo importante, la noticia importante, ha sido la violencia de unos centenares de descerebrados y ha restado toda la importancia a ese medio millón de personas que han mostrado su disconformidad con la sentencia del tribunal Supremo, sin usar ese tipo de violencia. Aunque, algunos dirán que también han ejercido violencia al cortar carreteras a su paso. Falsear la realidad o no decir las cosas como son, no ayudará a que este conflicto se solucione, aunque ayude a conseguir votos para algunos y sirva para mantener un odio que no ayuda nada…