La palabra egoísmo etimológicamente, procede del latín “ego”, que significa “yo”. Es hacer las cosas por nosotros mismos, sin pensar en los demás. Pensando que lo que hacemos nos beneficia o simplemente no nos perjudica. El egoísmo es esa parte mala, ruin, mezquina, nada altruista, poco solidaria de los seres humanos, que busca solo satisfacer los deseos y necesidades de unos, olvidando la de otros. Lo mejor que le puede pasar a una sociedad es confiar en sus políticos. Buscamos en ellos la honestidad, la coherencia, la capacidad, el respeto a las reglas y sobre todo que su trabajo consista en solucionar los problemas de la gente. Por desgracia, dedican más tiempo a enfrentarse que a ponerse de acuerdo. La política es la actividad humana que tiene como fin dirigir la acción del Estado en beneficio de la comunidad, los ciudadanos esperamos que los políticos gobiernen para el bien común.
Los políticos caen en el egoísmo político, cuando se olvidan que además de expresar el pluralismo político, de ser el instrumento fundamental para la participación política, están por voluntad popular para intentar mejorar la sociedad. El egoísmo es la razón de todos los males. La política nunca debería ser egoísta, porque es cuando corren los peligros de la demagogia, la corrupción y la injusticia. Un político debería ser alguien que pensara en su faceta social, en las personas y que sus obras sean para mejorar la vida de toda la ciudadanía. Cuando un partido político, en el momento de una votación, piensa egoístamente en su provecho electoral o en atacar al Gobierno, se está equivocando y su decisión la deberían de pagar en las urnas, aunque casi nunca es así.
Hoy en el Congreso de los Diputados se ha aprobado por 176 votos a favor y a 172 en contra el decreto anticrisis del Gobierno para paliar el desgaste económico provocado por la guerra en Ucrania. El Partido Popular por estrategia contra el Gobierno y Esquerra Republicana por considerar que el Gobierno no ha dirimido responsabilidades en el presunto espionaje a políticos independentistas han votado en contra, ambos han antepuesto sus fines egoístas al bien común. Ni al PP ni a Esquerra, les ha importado las rebajas fiscales de la electricidad, el incremento del 15% del Ingreso Mínimo Vital, la bonificación de hasta 20 céntimos por litro de gasolina, la ampliación de los bonos sociales y la limitación de la subida del alquiler al 2%.
Vivimos un tiempo en el que detrás de cada medida de protección hay un cúmulo de injusticias que se deben de solucionar y para eso están los políticos. El PSOE está jugando siempre a la ruleta, sin tener atados los apoyos necesarios para garantizar la convalidación de la normas, lo que crea sustos como el de la aprobación de la reforma laboral. Hoy han salvado la votación por los votos de los cinco diputados de EH Bildu, y los otros dos de Teruel Existe y BNG. Porque sino mañana todos los españoles y españolas, hubiéramos sido aún más pobres y con el beneplácito de PP y Esquerra.