El dinero opaco es aquel que está oculto a Hacienda, que no ha sido declarado y que generalmente es para eludir el pago de impuestos, ese dinero puede proceder de actividades económicas lícitas o delictivas que después se intenta blanquear. Podemos encontrar personas físicas (artistas, deportistas, famosos, empresarios) y empresas multinacionales que se aprovechan de la no sujeción al impuesto de beneficios obtenidos y de la libertad de movimientos de capitales. Se ha dado a la luz la investigación sobre los datos de la llamada lista Falciani, que entre los años 2.006 y 2.007, figuran al menos 2.500 clientes del banco HSBC en Ginebra, que tenían cuentas con dinero opaco, dentro de los cuales se encuentran numerosas personalidades internacionales y españolas.
Hay que acabar con ese privilegio de los que obtienen riqueza aquí y se la llevan fuera para no contribuir a los gastos públicos de nuestro país, está claro que estas acciones contribuyen a aumentar la crisis financiera y a destruir empleo y producción; estas personas y empresas multinacionales siempre encuentran la manera de obtener beneficios y ventajas a su dinero, pero los ciudadanos de a pie somos los únicos que tenemos y pagamos nuestros impuestos en nuestro país.
La sociedad internacional permite esa inmoralidad consentida que son los los paraísos fiscales, que ofrecen una competencia desleal con sus cuentas bancarias sin impuestos. Pero es un agravio para los contribuyentes que cumplen con sus obligaciones leer la lista Falciani y comprobar que empresarios, políticos, famosos que se les llena la boca de la «marca España» se llevan el dinero fuera, lo que provoca una desafección fiscal en los ciudadanos, pensando que si ellos lo hacen yo también puedo defraudar. Defraudar dentro de las posibilidades de cada uno, sobre todo en esa picaresca tan extendida de cuando necesitamos el servicio de un profesional, aceptar la pregunta ¿con o sin iva?
La solución es que la Agencia Tributaria en España persiga a los no contribuyentes, a los defraudadores como lo hacen con los que contribuimos, nada de amnistías fiscales y mano dura. Hay que marcar unos principios de igualdad y de progresividad en el sistema tributario como dice el artículo 31 de la Constitución, hay que cambiar la forma de actuación de la Agencia Tributaria, que está más centrada en la supervisión de asalariados, rentas del capital y pequeños empresarios olvidando las empresas del Ibex 35 que su carga fiscal media es del 6%, es decir solo tributan un 6% de sus beneficios, muy lejos del tipo nominal del Impuesto de Sociedades del 28%.
Otro tema son las multinacionales que entran y venden en España, pero que se libran de pagar impuestos en nuestro país, por ejemplo: Amazon, Ikea, Pepsi o Burberrys en Luxemburgo,Google y Apple en Irlanda del Norte que alardean de sus inversiones, gran número de trabajadores y el repercutir a los adquirentes las cuotas de IVA que corresponda, pero de tributar por sus beneficios en España, nada.
España tiene una de las tasas de evasión y elusión fiscal más elevadas de Europa, correspondientes a fraudes cometidos por grandes empresas y grandes fortunas. Después de Grecia somos el país de la Unión Europea con mayor economía sumergida, con una tasa de desempleo que llega a los seis millones de personas y no hay protestas, huelgas generales ni estallidos sociales. ¿Quién sabe, puede y quiere arreglar todo esto? Se acuerdan: ¡Hacienda somos todos!