Derecho a la eutanasia.

Eutanasia es el derecho a morir dignamente. En 1998, Ramón Sampedro se suicidó por ser tetrapléjico y estar condenado a una vida que no quería vivir. Este 2 de abril por la mañana, un enfermo de ELA, con 58 años, se llamaba José Antonio Arrabal y decidió ejercer su derecho a morir. Su familia le dejó solo en casa  y quiso despedirse con un vídeo grabando su suicidio. Un suicidio libre, sin ayudas, sin influencias o cualquier otro tipo de presión externa, en plenas facultades mentales.

El debate político y la legislación de la eutanasia recientemente fue motivo de un choque parlamentario entre Unidos Podemos y el resto de fuerzas políticas, Hay demasiada hipocresía, en el tema del derecho a morir. Porque la vida no es una obligación. No se puede permitir que una persona decida morir en la clandestinidad, sin ayuda médica, acortando sus años de vida para que tenga fuerzas suficientes para suicidarse sin implicar a nadie. La libre disponibilidad de la propia vida debería ser un derecho, cuando la libertad es el valor supremo de cualquier ordenamiento jurídico.

Nadie o quizás casi nadie, quiera vivir en un proceso que te resulte insoportable y comporte enorme sufrimiento. No se puede estar esperando, según los creyentes «hasta que Dios quiera» o seguir viviendo o vegetando de una manera artificial o con cuidados paliativos hasta el final de tu vida. No es moral el sufrimiento innecesario. Sin hipocresías, siempre hemos pensado alguna vez, que si nos pasara a nosotros o a una persona que queremos, se muriera de inmediato, sin sufrimiento y rodeado del cariño de sus seres queridos.

Nadie puede escoger por nosotros cuando queremos nacer y cuando queremos morir. La libertad del ser humano está por encima de un Dios que escoge por nosotros o unas leyes que recortan nuestra libertad. Despenalizar la eutanasia, el suicidio asistido, el derecho a morir dignamente, es una necesidad social que solo quedará en nuestra elección personal. Ni todas las personas casadas se iban a divorciar con la Ley del divorcio de 1981, ni todas las mujeres iban a abortar por haber una Ley del aborto, ni todo el mundo optará por acabar su vida por despenalizar la eutanasia.

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